Muchos me
diréis. ¿Mi vida importante? No lo creo. Aunque no lo creamos, nuestra vida
está llena de valores. Te equivocaste muchas veces, no te preocupes seguro que
aprendiste muchos de esos errores. Piensas detenidamente e intentas hacer un
recorrido a través de ella, seguro que encontrarás “cosas” maravillosas. Por
ejemplo: ¿amaste alguna vez? ¿Te amaron en algún momento? Aunque fuera por poco
tiempo, ya puedes considerar tu vida de una tremenda importancia. Piensas que
amar es una de las cosas más importante de nuestra vida, puesto que sin amor la
vida carece de importancia. Otros dirán que nunca fueron felices, pero pensemos
que todos no somos igualmente de entusiastas cuando estamos felices.
Cuantas veces la
felicidad se manifiesta en determinadas personas, sólo a través de un breve
estado de satisfacción y de cierta contención emocional. Debemos
darnos cuentas de revisar nuestro concepto de felicidad a lo largo de nuestra
vida, puede ser lo suficientemente relevante e importancia, y reconocer que la
única felicidad posible se la debemos solo y exclusivamente a saber afrontar la
realidad. Si durante nuestra vida y aunque a través de pequeños momentos de tu
existencia has conseguido esos logros de felicidad, ya puedes considerar que tu
vida ha sido importante.
A veces para
percibir esos pequeños momentos debemos tener las cosas muy claras y tener muy
claro lo que de verdad deseamos. Cuando las cosas se sienten de verdad es
porque se desean fuertemente, y ya de por sí contienen un una gran dosis de
importancia. Nunca le quites importancia a tu vida por muy efímera que sea,
considerando que nada tiene sentido, intentas darle sentido a todo lo que
haces, aunque es posible que te salga mal, pero no dejes de intentarlo de
nuevo.
Cuantas veces
sentimos la imperiosa necesidad de querer a alguien que no nos quiere en algún
momento; todo eso demuestra la capacidad que tenemos y la enorme importancia de
nuestras vidas, para terminar diciendo: “por mí no ha sido, yo puse todo mi
empeño en valorar la importancia de las cosas” Incluso nos apartamos de aquellas
situaciones, creyendo que nuestra vida ya no le importa a nadie, llegando a
dolernos a nosotros mismos, cuando en verdad no nos duele nada, sólo es un
considerado desprecio generado ante la creencia de que para ellos, nuestra vida
carece de importancia.
Esa rutina a la
que estuvimos acostumbrados son las que nos personalizan y a las que debemos
toda la importancia que tienen. En el fondo, cuando conocemos a alguien y nos
acordamos de él, es posible que ya no esté, o haya muerto, pero solo su
recuerdo te dará un enorme valor a tu vida. Es cierto que esos, son los
momentos que debemos salvar para no decaer y hacer de esas situaciones por muy
pequeñas que sean, que tuvimos a lo largo de nuestra vida, un gran
reconocimiento, a través del cual no deberíamos desvalorizar nuestra vida.
Todos esos
“placeres” por llamarlos de alguna manera, es posible que hubiesen durados muy
poco tiempo, pero haciendo un cómputo de todos ellos, harán que nuestras vidas
merezcan toda la importancia que se merece, a pesar que la consideremos hoy de
un insignificante valor
Meditación:
El mayor fallo que puedes cometer en la vida es el error de no intentarlo.
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