martes, 13 de septiembre de 2016

Los malentendidos II.

             Es necesario que para evitar malos entendidos, es de vital importancia la comunicación. Esta es una de las necesidades que de por sí implica una sensibilidad especial para ponerse en el lugar del otro, e incluso poder experimentar determinadas opiniones. Todos estos intercambios de funciones nos permiten que a través de una locuaz comunicación se reflejen todos los aspectos de carácter emocional que puedan llevar ese mensaje. Necesitamos comprender que muchos de esos malos entendidos podrían evitarse, pero Uds. me dirán ¿cómo llevarlo a cabo?  No desearía entrar en conceptos filosóficos, puesto que ello nos llevaría a teorías muy complejas y es posible que yo no sea capaz de explicarme con la debida claridad.
            Cada ser humano es de una personalidad propia e individual de por sí. Eso hace que cada uno de nosotros seamos distinto respecto a los demás con los que convivimos en nuestro entorno. La pregunta que anteriormente formulé, queda muy identificada a través del tiempo, aunque en nuestros días se presente con mayor frecuencia, debido a que cada vez  deseamos pertenecer más a un  mundo muy individual y personal.
          Todo entendimiento necesita de un intercambio de comunicación; es decir de hablar y escuchar, jamás silenciar obstinadamente, tratando de eliminar u olvidar las propias opiniones que todo buen entendimiento es el fin que perseguimos. Todos, afortunadamente tenemos la capacidad de entendernos siempre y cuando apliquemos el afortunado valor de la comunicación. Pensemos que cada uno de nosotros es un mundo diferente y como tal, estamos sujeto a percibir la realidad de maneras diferentes. 
            Entonces, me pregunto; ¿por qué cada vez nos entendemos peor, será porque no sabemos explicarnos, o quizás hacemos “oídos sordos” a lo que nos dicen? Es posible que pueda que no llevemos la razón y “aquello” nos cueste reconocerlo. Comprendo que debemos preocuparnos no sólo de decir siempre lo correcto, sino también de como se dice. ¿Cuántas veces unas palabras inadecuadas pueden desencadenar un mal entendido? Reconozco que a veces no es fácil o no queremos escuchar, puesto que ésta es sin duda, la parte más difícil de la comunicación.
             Lo cierto es que; ¿cuántas veces hablamos una y mil veces y ni siquiera se dignan contestar. Me pregunto: ¿es eso correcto? ¿Temen que se descubra su verdadera personalidad? De esa forma lo que se consigue es una intolerable tensión ante una situación social frente a esa persona, limitando su propia forma de ser.  ¡Reflexiona!
            Es posible que detrás de cada emoción que nos desagrade, haya una necesidad que queda al descubierto. Es entonces cuando puedes cambiar el mal entendido por una explicación directa y acertada. La comunicación en estos caso se convierte en un proceso dinámico que implica informar, compartir, dialogar, etc. para al mismo tiempo transformar las relaciones personales en un clima satisfactorio evitando de esa manera los malos entendidos.

 Meditación: Sólo decirte: cuando pierdas a un amigo, pregúntate a ti mismo, de quien fue la culpa.

 

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