lunes, 13 de junio de 2016

¡No te preocupes!

             Muchos dirán; qué demonio querrá decir con eso de ¡No te preocupes! Pues verás es muy sencillo. Quería citar algo sobre la timidez. Eso que a veces tanto nos preocupa, sobre todo, cuando por ejemplo tenemos una entrevista de trabajo, o intentamos hablar por primera vez con una persona. A muchos le surgen las temidas preguntas como: ¿Qué tal me portaré? ¿Qué pensará de mí? ¿Tendré buena aceptación? etc., etc. En fin, es tal el cúmulo de preguntas que se nos amontonan en la cabeza, las cuales hacen que la situación se haga tremendamente complicada.
              Nada mejor que mostrarse tal como uno es, mostrarse como si estuviese hablando con una persona a la cual siempre la hemos conocido, y convertir esa entrevista en una charla amistosa.  Sí, me dirás, que no es tan fácil; los nervios nos atenazan, y a veces terminamos diciendo lo que no deberíamos decir, haciendo que se destruya aquello a lo cual veníamos predispuestos.
              Pensemos siempre que la timidez sólo es un sentimiento de impotencia que se nos presenta en determinados momentos, ante una acción, delante de una persona. Es como un “miedo” al pensar que no voy a quedar bien, y que procede de una absoluta desconfianza de uno mismo. Siempre es aconsejable tener por costumbre entablar pequeñas conversaciones con personas conocidas, con las cuales te sientas cómodo, para ir pasando a encuentros con aquellas personas desconocidas para ti e incluso que puedan causarte un cierto respeto mantener una conversación con ellas. Practicando estos sencillos actos, harás que poco a poco nos vayamos sintiendo con mayor seguridad.
           La gran mayoría de las personas que padecen de este singular estado, creen que ellas son las únicas que tienen miedo ante esa nueva situación, para relacionarse con los demás No pienses nunca que tu caso de timidez está basado en el hecho de que tu mente queda “anclada” ante unos sentimientos que no consigues dominar. Piensas siempre que todo tiene solución, y por supuesto jamás intentes sentir compasión de ti.
           Recuerdas y ten presente siempre que el hombre tímido no es un hombre falto de inteligencia, su principal característica es la de poseer un profundo conocimiento de las cosas. La timidez tiene la sensación de estar continuamente “dando”. Si das un poco de amor, ese amor empezará a fluir por todas partes, teniendo presente  no esperar nada a cambio, como decía en un artículo ya pasado. La timidez esta atribuida a, el hecho de manifestar un continuo respeto ante los demás, así es el verdadero sentido de esta actitud, que caracteriza esencialmente a los tímidos.
           Así nos podíamos preguntar. ¿Qué pasaría si no gustásemos a los demás? ¿Es quizás tan importante? Seguro que no podemos gustar a todo el mundo. Por tanto, lo que debemos hacer es mostrarnos tal como somos aun a sabiendas de que es posible que no gustemos a los demás.
           Echar siempre una mirada atrás, a la vida pasada y tratar de hacer borrón y cuenta nueva. Intentar comprender y perdonar comportamientos de personas que se portaron mal con nosotros, olvidar los posibles fracasos que se hayan tenido, porque lo hecho, hecho está. ¡Hay que seguir adelante! El mundo no se acaba por ser tímido.  

 Meditación: La timidez es la desconfianza del amor propio, que deseando agradar teme no poderlo conseguir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario