viernes, 17 de junio de 2016

¿El físico es importante?

            Qué duda cabe que el atractivo físico, siempre es una valía en nuestra vida. Lo consideramos como un poderoso argumento para muchas de las nuestras actividades que diariamente desarrollamos sobre todo desde la juventud, hasta la mediana edad. Si nuestra presencia es agradable, ya tenemos “algo ganado” y si lo acompañamos de alguna valía personal, puede que el éxito esté asegurado.  Pero no todo creamos que sólo consiste en “eso”, al mismo tiempo es necesario poseer una escala de valores, que hace que tú buena presencia física se vea acompañada de ese atractivo.
            Existe mucha diferencia entre el atractivo físico y la conducta personal. El físico es cuestión de “primera impresión” No deseo quitarle importancia a ese atractivo, pero cuando llegamos al trato personal, la cosa puede cambiar. Puede suceder que ese porte que a primera vista tanto nos influenció, quede algo en entredicho ante una conducta y un estilo de manifestarse en momentos determinados. Pensemos que el mundo no nos va a ser complacido sólo por nuestro atractivo, la vida es un continuo aprendizaje, donde debemos presentarnos no sólo con nuestro físico, sino apoyado en una serie de parámetros y condiciones que nos hagan mostrarnos a través de nuestra forma de ser, a fin de despertar emociones ante los demás.
              En algunas personas, esto es innato ante sus formas de ser, y sólo unos pocos afortunados tienen la dicha de manifestarse de una forma agradable, a veces por su presencia, su forma de expresarse y a veces sólo por su forma de hablar implican todo un conjunto de cualidades, llegando a establecer una forma de irremediable atracción, las cuales no son ni más ni menos, sistemas de cortesía que generan ante los demás situaciones  agradables, proporcionando ante sus semejantes un estado de atracción y confianza. Debemos presentarnos ante los demás, de una forma natural, y sin apenas darnos cuenta  nos mostramos con una percepción limpia de perjuicios, situándonos en todo momento acompañado de una actitud liberadora; por tanto, también “eso” es un atractivo físico, el cual siempre estará a nuestro favor, Algo aparentemente sencillo, pero no es tan fácil como parece, debiendo a que siempre debemos actuar de forma natural y nunca ante una actitud fingida.
              Muchos nos preguntamos: ¿Puede una persona con un físico importante, prestar atención? Pues sí, es muy posible. Cuando alguien se considera atractivo siempre asume  todo lo que le rodea, deseando que le presten atención, pero a veces esto no sucede,  y es cuando nos encontramos sumidos en una descalificación, al no recibir esa atención que deseamos ofrecer. A veces creemos que estamos causando estupor, ante nuestro atractivo físico, pero no despertamos esa admiración que creemos ante los demás, más bien lo contrario. Piensas que siempre debes ser apreciado no por tu atractivo físico, sino por tú condición personal, por tu forma de ser y sobre todo, manifestarte con una auténtica sencillez ante los demás, no perdiendo el tiempo en buscar segundas intenciones o significados en actitudes simuladas. Posiblemente, la manifestación y la forma más clara de un buen atractivo físico, es el más claro exponente de tu sencillez, y tú forma de ser, eso sólo lo encontrarás en tu propia condición personal ante los demás.

 Meditación: La gente se arregla todos los días el cabello, ¿por qué no el corazón?

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