Siempre es necesario pensar que nuestros
sentimientos son a veces la causa de nuestros pensamientos. Aunque en parte
estos sean difíciles de entender para la mayoría de las gentes, es en realidad
unas de las consecuencias de aplicar a que nuestras vidas tengan éxito, si no
sabemos cómo transformar esos sentimientos negativos a sentimientos positivos.
La incertidumbre de lo nuevo, la atracción de lo desconocido, e incluso el
placer de la aventura, nos llevan a una manera de ser tanto como el deseo de
permanencia y seguridad.
Todo
nos lleva a un cúmulo de posibilidades, lo cual nos demuestra que podemos
tener, o que hacer en cualquier momento que se nos presente. Dicho de otra
manera es la posibilidad de realizar cualquier acto siempre que pongamos
nuestra mente en ello. Solo tenemos que abrir nuestro interior y visualizar lo
que deseamos tener. Si hacemos todo con constancia y actuamos acorde con ello; ¡lo
que se desea, vendrá!
Aprender
a tolerar las frustraciones y a ser valioso aun sin el reconocimiento externo
nos hará la vida más fácil. Por eso sentimos la urgencia de conocer todas las
partes de nuestro ser y emplearlas en todo su potencial, para hacer crecer
nuestro encuentro interpersonal y madurar como personas más completas.
Otro
de los puntos de máxima importancia es el secreto del poder de atención que
pongamos. El caso no está en que muchos de los procesos de atracción no están
en atraer a nosotros lo que deseamos, sino en si se lleva inconscientemente.
Dicho de otro modo, nos llegan muchas causas a nuestra vida, sin que no
tengamos una intención de hacerlas. Todo está en el modo en que podamos
realizarlas de forma consciente, sin que existan interferencias ni conflictos.
Otro
de los problemas que nos acucia es vernos atrapado por el histerismo. Para el
histérico, consiste siempre en desear algo y obtenerlo rápidamente, puesto que
tener que esperar se nos hace insoportable, resultando difícil resistir la
tentación.
Ahí es donde reside la gran vulnerabilidad la
cual resulta muy difícil resistirse a la atracción. Esta “ley de atracción” se
basa en tener, y no en ser. Cuando algo vibra en nuestro interior, estas
vibraciones se transforman en ideas energéticas. Esta es una de las experiencias
que se proyectan en nuestro interior. ¿Cuántas veces en nuestro interior nos
atrae ese estado de satisfacción? Así cuando vivimos en una forma de abundancia
y gratitud, experimentamos un mundo exterior de atracción positiva.
Pero
el miedo a sentirnos a que no somos valiosos, puede llegar a convertirnos en
una adicción y al reconocimiento que, como todas las adicciones nunca pueden ser
satisfechas. Deseos y atracciones no son realidades simples. Las hay mayores y
menores. Lo deseable es que podamos conocer personas que aunque tengan “rangos
opuestos” a los nuestros, en su conjunto nos agraden y nos aporten atracciones
positivas.
Ya
puedan ser amistad, amor, camaradería, lealtad, etc., todos son sentimientos
que unidos puedan ser atractivos a algo que desconocíamos.
Meditación:
Hacer un amigo es una alegría, tener un amigo es un lujo, conservar un amigo no
es nada fácil,
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