domingo, 20 de diciembre de 2015

Dar y recibir.

           Algunas personas tienen dificultades para recibir, es entonces, cuando a pesar de que el otro le dé mucho, todo cae en una cesta sin fondo. Es realmente una situación muy frecuente tanto para el que no puede retener lo que recibe, como para el que da, porque este puede tener la sensación de que aquello que preparó con tanto amor el otro no lo considera valioso. Esta incapacidad del otro para recibir de uno puede ser vivida como un desprecio por el otro.
           Cada vez que nos pasa por la mente o sentimos decepción por la traición de alguien a quien ayudamos o nos molesta su falta de reciprocidad, es porque dimos en forma condicionada. Lo mismo si al recibir algo sentimos la obligación de ser recíprocos. Esto no es ni bueno ni malo, es solo confusión y observamos cómo esta confusión nos trae dolor a nuestra vida.
             El concepto de “dar y recibir” es en realidad la luz de la conciencia la que hace las cosas extraordinarias. Entonces las pequeñas cosas dejan de ser pequeñas, siendo la profundidad y el sentido de nuestra vida la que se hace proporcional a nuestro nivel.
            Recibir tiene que ver con nuestra autoestima. En la medida que podemos recibir, vamos acumulando pequeños gestos positivos a nuestro auto concepto. Y de esta manera sabemos que estamos recibiendo cuando nos tocan el corazón, cuando podemos escuchar lo que la otra persona nos da y cuando podemos reconocer lo que experimentamos.
            Sólo a través del amor que profesamos a las cosas, resulta posible darlo a los demás. Y cuando amamos, con sinceridad podremos aplicar este consejo de amor, puesto que eso es lo que recibiremos. Regala amistad a todo aquel con quien te relaciones. Vayas donde vayas, lleva siempre contigo una frase agradable, una sonrisa o un gesto de afecto. Recibes con agradecimiento todo aquello que te ofrece la vida y sobre todo de las personas que te rodean. Aceptar el favor de un amigo es hacerle otro.
             Nunca deberíamos olvidar esa frase famosa de Alejandro Dumas: “La amistad consiste en olvidar lo que uno da, y recordar lo que uno recibe”
             A pesar de todo, “dar y recibir” es fundamental en toda relación de amistad que se aprecie. Como dice el refranero español: “Entre amigos de buen cuño, no hay ni mío ni tuyo” Solo cuando nos amamos a nosotros mismos, podemos aplicar este consejo de ofrecer amor, pues eso es lo que recibiremos. “Recibimos lo que damos. Si arrojas ira y desprecio, eso es lo que recibirás, si das amor y amistad, eso recibes” Según esta ley, cualquier elemento con valor, en la vida se multiplica. 
             Por último, recomendaría. Deja ya el pasado; si fue bueno te inundará de alegría aunque las añoranzas se apoderen de ti. Si fue malo: ¿para qué recordarlo? Tú presente y tú “hoy” te abrirán caminos infinitos de amor, amistad y felicidad. Muévete por él, y pon todas tus energías en conseguirlo.
 
Meditación: Después de la propia sangre, lo mejor que el ser humano puede dar son, sus  propias lágrimas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario