Un nuevo amor
puede que sea una nueva experiencia, pero desgraciadamente tal como se utiliza
el término, no es amor; es deseo. Cuando esa rigidez llega a evaporarse, solo
culmina en un simple impulso emocional, para transformarse en un sencillo
goce, acabando en una transitoria pasión.
Pensemos
que somos seres sociables, necesitamos amar y sentirnos amados, crear lazos,
vínculos con las personas y con nuestros medios. ¿Pero de qué estamos hablando
cuando nos referimos el amor? Los seres humanos somos tremendamente complejos.
Todos tenemos historias, experiencias, expectativas, sueños, aptitudes y
sobretodo personalidades diferentes. Desconocer ese hecho es alterar la
relación de pareja Así pues cuando
hablamos del amor, en muchos casos nos referimos a una forma limitada y
condicionada de amar. Y no solo eso, también solemos pensar únicamente en la
relación romántica. Actualmente en nuestra sociedad, el amor constituye la base
de la estructura de la pareja
Anular
las diferencias para formar pareja, no es nada fácil, es simplemente, mutilar la
vida. Los seres humanos necesitan su individualidad para ser. No se debe de ser
individuo solo para estar en pareja. Por tanto ser pareja es compartir la vida,
no anular los sueños personales, construyendo juntos un proyecto que nos
satisfaga.
Todos
y todas tenemos esa capacidad de amor y conexión, de sentirnos parte de algo.
Cuando somos conscientes de ello, las personas no nos encontramos solas porque
estamos conectados, formamos parte del vínculo que nos une esa plenitud de amor
que poseemos y podemos dar. ¡Cuántos problemas se vencen por amor! ¡Dar sin
recibir nada a cambio! Aunque difícilmente podrás darlo si te sientes cohibido
y reprendido por algo. Y una cosa que debemos tener en cuenta, si dos personas
que en verdad saben aplicar a su relación, esta ley de dar sin esperar nada a
cambio, son prácticamente invencibles y su corazón será invulnerable ante el
mundo exterior y sus problemas.
En el mundo de
las relaciones, un nuevo amor es un compromiso por nuestra parte para mejorar
algo en relación a una persona, en definitiva, a un vínculo. Aunque nos suenen a
hechos increíbles, las relaciones que se basan en esto, son las que en verdad
triunfan. Todas las demás, son las que sucumben ante los problemas del día a
día, la rutina, los celos, los engaños, las mentiras, etc., solo pueden dar a
su pareja placer momentáneo y una idea ficticia de que estás enamorado. Todos
los amores que se forman con esa base suelen tener los días contados y tarde o
temprano acaban siendo destruidos.
Toda
nueva experiencia de amor tiene una duración, generalmente de pequeños momentos,
que a veces confluyen con proyectos de otras personas con las que podemos
disfrutarlos, sintiendo al mismo tiempo nuestra propia capacidad amorosa,
creativa y transformadora.
No
es mi intención convencer que debemos entregarlo todo por alguien que nos
quiere, más bien es necesario hacer ver a la otra persona hasta donde somos
capaces de dar por amar. Sé que es fácil de decir y difícil de realizar, pero
todos sabemos, como habitualmente suelo decir: que la vida nunca fue, ni será
de “color de rosas”
Meditación: Si realmente quieres a alguien, lo
único que quieres para él es su felicidad, incluso si tú no se la puedes dar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario