lunes, 30 de marzo de 2015

Saber estar de acuerdo.

           Siempre existen contradicciones, distintos enjuiciamientos, distintos puntos de vista etc., ¡Que difícil, verdad! Lo reconozco. Sobre todo cuando los argumentos no nos convencen, es cuando lo pasamos peor en contra de nuestra voluntad: ¿cuántas veces nos limitamos a aceptar decisiones, sin quedarnos plenamente convencidos. Pero la vida nos enseña a través de los años que debemos ser transigentes, si no; como se suele decir: “perdemos los papeles” y lo que llegamos a conseguir es a empeorar la situación.
            Dar una opinión sincera y argumentada, a veces no convence, no porque no tengamos razón, sino por el simple hecho de no compartir nuestro mismo punto de vista. En estos casos es mejor aceptarla y dejar de insistir. Resulta muy útil e inteligente darle importancia a nuestro desarrollo personal y emocional, puesto que con ello aumentamos nuestra capacidad para no destruir nuestras relaciones y al mismo tiempo mantenerlas armoniosamente. Aunque el hecho de no coincidir en la opinión con alguien no significa que estemos equivocados.
            Siempre es conveniente sopesar que existen personas muy sensibles a las críticas y el hecho de reaccionar con ellas con violencia, nos pone en situaciones en las que debemos ser comprensivos y no tratar abiertamente con dicha persona aunque esté equivocada. El tratar de llegar a un convencimiento “total”, puede que te sientas que actúas de forma vengativa, y eso sólo hará aumentar la agresión.
            En caso de que consideremos que nuestros argumentos son los correctos y no te los acepten, lo mejor es no discutir, escuchar sus propuestas y a continuación exponer las nuestras. Es posible que entonces lleguen a reconocer que sus opciones eran equivocadas. A pesar de una vez evaluados nuestros puntos de vista, vemos que nuestro contertulio persiste en su discrepancia, lo mejor es aceptar que es un problema suyo y que será él a la larga del tiempo quien tendrá que resolverlo. Tengamos la tranquilidad de que nosotros hemos hecho todo por nuestra parte, y no debemos desgastarnos, sólo llegaríamos a empeorar la situación.
           Si dudas siempre encontraremos personas, que a todos le encontrarán fallos y contradicciones, pero personalmente no hacen nada por resolver la situación. No es fácil tratar con ellos, puesto que su sinrazón y a veces su soberbia, se hacen intransigentes y se muestran completamente “cerrados”. Ante estas situaciones no debemos caer en nada que les contradiga, ya que en esos casos seremos nosotros los responsables de cualquier tipo de discusión, llegando casi siempre a sentirnos culpables. Tampoco suele ser recomendable tomar una actitud de defensiva, puesto que esto nos llevará a empeorar más la situación. 
           Y aquí es donde nos preguntamos: ¿ante esto, qué debemos hacer? En estos casos es conveniente mostrarse de formas que vean que aceptamos su enjuiciamiento, aunque en el fondo no estemos de acuerdo con sus propuestas, pero siempre les agradará y podremos continuar con la conversación y hacerles ver que puedes aceptar lo que dicen sin necesidad de darle la espalda. Todas estas determinaciones han de ser suaves, pacientes y sobretodo con buenas palabras; sólo así conseguiremos ver llegar su aprobación de forma inconsciente.
 
Meditación: Antes de juzgar a alguien piensa que hay una historia detrás de cada persona y una razón por la cual somos como somos.

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