Reconozco que el
título es atrayente, pero ¿es fácil? Para ser tolerante es imprescindible
darnos cuenta que debemos estar dispuestos a crear aptitudes positivas para saber
observar lo bueno y aceptar a los demás. Existe un dicho muy antiguo que dice:
“Para encontrar un amigo debemos cerrar un ojo; para mantenerlo, los dos” La
clave para ser tolerante con los demás consiste en empezar siéndolo con
nosotros mismos. No deberíamos olvidar que todos somos humanos y que todos
necesitamos también un margen de error. Por lo tanto procuremos limitar
nuestras exigencias para nuestros semejantes, y relajarnos en el bienestar de
la tolerancia.
La
tolerancia es el respeto con igualdad sin distinciones de ningún tipo. Si,
comprendo que no es nada fácil, pero debemos considerar la tolerancia como una
virtud moral y cívica que consiste en permitir la relación de acciones,
preferencias y creencias que aunque no sean consideradas como lícitas, sin
embargo, no son necesarias como para poderlas impedir.
Muchos
creen que tolerar es aguantar y soportar; nada más incierto. En estos casos lo
importante es comprender que debemos superar los problemas que nos rodean, y
para ello necesitamos el poder interno y, por otro la capacidad de entender lo
que significa la tolerancia hacia los demás. A través de la tolerancia se
comprende aquello que de otra forma, estaríamos aguantando y soportando.
A
través de nuestra vida, ésta nos va mostrando los límites de la tolerancia.
Cuando se nos presentan diferentes obstáculos que se interponen en nuestro
camino es cuando podemos calibrar nuestra capacidad de tolerancia hacia los
demás. Es necesario ante todo, recordar que toda tolerancia, por más necesaria
y auténtica que sea tiene un riesgo que le son inherentes. De esta manera
comprenderemos que la tolerancia consiste en dejar subsistir un mal para evitar
otro mayor. Aunque en la tolerancia siempre existe el riesgo de que nos traiga
por sí misma males aún mayores que aquellos que deseamos evitar.
Preguntaba
al principio, si la tolerancia es fácil; pues diría que es fácil de aplaudir,
difícil de explicar, debido a que desarrolla el espíritu de unidad, que
facilita la cooperación y la interacción. También es fácil reconocer que cuando
se practica la tolerancia el grado de confianza entre los miembros de una
organización aumentan, debido a la apertura en que nos manifestamos. De todo
esto derivamos que aquellos que no suelen ser tolerantes y benevolentes con los
demás presentan una gran omisión sobre ellos mismos. Demuestran que aún están
apegados a situaciones pretenciosas con carácter de superioridad, al ser
exigentes y echar las culpas a los demás.
La tolerancia ha
de equilibrarse con la capacidad de afrontar, que se basa en la valentía, en el
coraje y en la seguridad personal. Tener el poder de tolerar te da seguridad y
confianza de que podrás y que al mismo tiempo podrás conseguirlo para poder
avanzar. Pensemos siempre que la
tolerancia es necesaria para convivir, para ser y dejar ser. La vida nos enseña
hasta que límites podemos ampliar nuestra tolerancia junto con la valentía y el
coraje en nuestra seguridad personal.
En definitiva tolerar es
aceptar, valorar, comprender y apreciar.
No hacer una montaña de un grano de arena sino al contrario, conducir tu
experiencia personal.
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