Efectivamente, ser alegre se aprende, por eso
el aprendizaje de la alegría debería ser tarea primordial en el hogar, puesto
que el ser alegre, cambia nuestras actitudes deprimentes, negativas y
derrotistas por otras positivas y esperanzadoras.
La
alegría está hecha de placer, de diversión, de curiosidad, de humor, de
lucidez, etc. Nos permite afrontar los altibajos de la vida sin dejar de sonreír
y de avanzar. La alegría de vivir es una fuerza existencial. Todos deberíamos
aspirar a ella. La alegría de compartir con otros la propia existencia ha de
ser potenciada, y enriquecida a través de todos los que nos rodean.
Todos
sabemos lo que es la alegría, aunque no todos coincidan a la hora de definirla.
Ni siquiera los eruditos parecen poner de acuerdo. Muchos desconfían incluso de
que es un “movimiento” entre el cuerpo y el alma. Otros pensadores, sin
embargo, la definen como la necesidad de entregarse a ella, embriagándose de
ella.
Realmente
siempre la definiremos como una emoción básica que nos ayuda a valorar lo que
nos rodea, a ver el lado positivo de las cosas, a sentirnos unidos a los demás.
Pero ¿cómo lograr sentirla? Muchos dicen, que no hace falta un gran
acontecimiento para estar alegre, basta con vivir todo lo que nos rodea a través de los cinco sentidos.
Debemos
intentar ser felices hoy, pues nunca sabemos que nos reserva el día de mañana.
Siéntate y contempla la Naturaleza, quizás mañana no la puedas ver. No dejes
marchar a un amigo, aunque personalmente no le conozca, porque es posible que
algún momento lo necesites o simplemente le tengas que agradecer siempre sus
palabras de apoyo, cuando él nunca se olvidó de ti.
Solemos
dedicar mucho tiempo al dinero, y al esfuerzo para adquirirlo, al conocimiento
de cuidar nuestro cuerpo y conseguir fuentes exteriores de placer. En
contraste, invertimos muy poco en lo que determina la calidad de nuestras
experiencias.
De
hecho, no perder el sentido del humor es tan importante que una de las
características de la salud mental es que las personas aprecien y respondan al
humor.
En
verdad la vida social es sobre todo lo que nos da alegría, El hecho de disponer
de una buena aptitud, de ser positivo, nos ayudará cuando nos pasa algo malo.
La alegría de vivir nos la proporciona cosas simples; reír, el buen tiempo,
hacer lo que nos gusta y también la sorpresa de la vida, como pueden ser las
cosas inesperadas, por supuesto siempre que sean buenas.
Meditación:
Un corazón alegre hace tanto bien como el mejor medicamento.
Este es un tema muy interesante para mi, la verdad. Siempre, he pensado que la alegría es un don pero, como tal, hay que saber cultivarlo. Es difícil estar alegre en situaciones de enfermedades, de incertidumbres a todos los niveles de la vida. Pero, compruebo que la actitud con la que se afrontan los problemas ayuda a encontrar o, en su caso, a afrontar las cosas de la mejor forma posible. Me quedo con la frase: "Estad siempre alegres". Un abrazo.
ResponderEliminarEs una gran satisfacción recibir un comentario suyo. Gracias.
ResponderEliminar