Debemos pensar siempre que la gratitud
puede enriquecer tu vida. Todos necesitamos el adecuado estado mental para
disfrutar la vida; a esta necesidad le podemos llamar “gratitud”. El camino del
buscador está lleno de espacios maravillosos, pero también hay momentos
desérticos. Este, está lleno de felicidad, como cuando sale el sol por la mañana
y las flores sonríen al mundo. Pero no siempre es así. También hay momentos de
mucha oscuridad. A veces estamos perdidos, sin saber dónde estamos y sin saber
si esa noche tiene un final.
La
gratitud es una tentación que llega a tener todo lo que uno desea. Es un
verdadero engaño asumir que alcanzaremos la felicidad si se tiene dinero y
tesoro, porque aun así, sabemos que hay gente que a pesar de poseer todo eso es
ingrata e infeliz y sin embargo hay gente muy pobre llena de gratitud por lo
poco que ellos tienen
Es
algo difícil de entender… Cuando las cosas van bien, es muy fácil estar
agradecido. Pero el verdadero agradecimiento surge cuando las cosas no van
bien, y es la prueba de fuego de nuestra gratitud.
La
verdadera prueba para saber si realmente somos buscadores o nos dedicamos a
curiosear superficialmente, es cuando la noche oscura nos aborda el alma y no
en momentos felices, como nos decía San Juan de la Cruz. Llegará un momento en
el que la noche ya no exista. Es entonces cuando llega la tentación de pensar
en la gratitud, al vernos desposeídos de todo lo que uno ha tenido.
¿De
dónde viene ese sentimiento de crear gratitud?... El sentimiento de gratitud
llega al mirar tu mundo de la mejor manera posible: con bondad, paciencia y
perdón; sencillamente es un estado de agradecimiento espiritual que llega a
valorar a la gente y a todas las cosas en tu vida. El sentimiento de gratitud es
algo que podemos aprender y hacer crecer.
La
vida está compuesta de valles y cimas. El camino es muy largo. Cuando estamos
en la cumbre soleada, gritamos de alegría y agradecimiento. Pero cuando estamos
en los profundos valles oscuros, completamente perdidos, empezamos a estar
indignados. Sería conveniente recordar que tu experiencia, no la proyecte hacia
nadie. Es mejor ser independiente y asumir la responsabilidad. Eso nos hará más
maduro y nos ahorraremos muchas indignaciones y rabias.
Deberíamos
pensar y reflexionar continuamente en aquello bueno que nos ha pasado y aquella
buena persona que conocimos. Observad lo agradable que se desarrolla, tomando
forma en nuestra vida porque aun en medio de las tragedias que todos en algún
momento afrontamos, siempre hay un hilo de luz, algo o alguien por quien sonreír.
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