Siempre hemos dicho que crear un espacio
compartido de expresión abierta, de transparencia y complicidad nos ayudará a
mejorar nuestras relaciones. Lo inverso es el enfrentamiento ya que suelen ser las
actitudes que a veces adoptamos al hacer frente a aquello que se vive como
amenaza, en lugar de asumirlo como una experiencia natural en cualquier
relación, o incluso como una oportunidad para crecer juntos.
Para
que esta complicidad sea uno de los elementos para una relación de pareja
exitosa, es necesario conocer lo que el otro siente o piensa en todo momento.
La evasión o el sufrimiento suelen ser las actitudes que normalmente se adoptan
para hacer frente a aquello que se vive como amenaza en lugar de asumirlo como
una experiencia natural, e incluso como una oportunidad para crecer juntos.
Cuando
la pareja está empezando, las ganas de conocerse están en su mejor momento, y
es agradable el poder ir descubriendo cómo es la otra persona, con su forma de
ser, de pensar, sus gustos, disgustos e inquietudes, tratando de llegar a una
complicidad. Este interés desgraciadamente con el tiempo desaparece, evitando
que la relación se fortalezca. Así tal tipo de comportamientos repercute
directamente en la forma de estar y de comunicar, conduciendo por fuerza al
distanciamiento y al desamor.
Esta
complicidad no significa que ambos deban pensar igual o que deban coincidir en
todo. Lo importante está en conocerse. Siempre se puede y se debe mejorar la complicidad. El trabajo y la buena
actitud es indispensable, por lo que hoy debemos compartir como “pequeñas
situaciones” para mejorarlas y mantenerlas.
Aunque parezca mentira los roles
impuesto y las experiencias vividas en nuestra juventud pueden condicionar la
vida personal con nuestra pareja.
Pensemos
siempre que la pareja ideal es subjetiva. Lo que es ideal para uno, quizás no
sea tanto para el otro. La complicidad única entre los dos, es como un lenguaje
común único que nadie entiende nada más que ellos, y al estar rodeados de
gente, es posible que no nos entiendan. Esta complicidad significa amor
verdadero. Si tu pareja realmente te quieres perderás todo el tiempo del mundo
en conocerla. Quizás no te gusten algunas cosas, pero las comprenderás, las
asumirás, las respetarás y al final serás su cómplice.
Sí,
el sexo; ¿por qué no hablar de ello? Aunque parezca mentira es lo mejor, lo
único. Haciéndolo todo y sin hacer nada, todo resulta sencillo y sofisticado,
Sencillamente es la fusión, es sentir el placer del otro, imaginarlo,
provocarlo y sentirlo. Es realmente una comunicación real, es el lenguaje de
los cuerpos sincronizados. Es empezar como el primer día, pero al mismo tiempo
es conocer y provocar una y mil veces si fuera necesario. Es como querer saber
y querer empezar de nuevo. Es oler, tocar, besar… en definitiva interpretar esa
melodía, que siempre fue única, y aunque pase tiempo, nunca será igual. Será
más melodiosa y sonará. Sí, pero diferente, aunque haya pasado mucho tiempo,
con toda seguridad será más sincera.
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