Si, a veces tenemos la necesidad de
cambiar en nuestra vida; quizás para evitar esa monotonía que diariamente nos
embarga. Pero, cuantas veces se da el caso de ¿cómo continuar avanzando juntos
cuando, de pronto, ya no caminamos al mismo paso?
Obviamente,
cada caso en particular es un mundo, pero lo primero que tenemos que hacer es
escuchar activamente a nuestra pareja. Escuchar e interrogarnos para ser
capaces de ver la voluntad del cambio de nuestra pareja, siempre desde un
prisma positivo. Aunque inevitablemente, habrá obstáculos, pero la idea es
¿Podemos realizarlo? ¿De qué manera? ¿Es compatible ese cambio de vida? La
clave está en mirar la idea no como una amenaza, sino como una oportunidad para seguir avanzando.
Respaldar
a nuestra pareja en sus proyectos de vida, como nos gustaría que lo hiciera un
amigo, es algo fundamental para que la relación evolucione y crezca. Una de las
base de una relación de pareja es la amistad. A nuestros amigos les damos
soporte y le animamos a que cumplan sus objetivos y proyectos, y con la pareja
debe suceder lo mismo. En realidad una pareja feliz se compone de dos personas
felices, por lo que impedir la felicidad del otro o renunciar a la felicidad
propia no será nunca una manera de evolucionar juntos.
En
realidad se trata así, de poner en común nuestros puntos de vista para afrontar
la posibilidad de cambios, asumiendo también que la pareja es un ente vivo que,
como tal, puede y debe ir evolucionando, siempre y cuando dichos cambios sean
beneficiosos para ambos. Cada cual tiene una forma de pensar y cada cual cree
que su forma de pensar es la correcta, pero en realidad las distintas formas de
pensar de cada cual o de todos en conjunto no tiene nada de veraz, si no se
llega a un consenso mutuo.
Necesitamos
que las emociones negativas sean eliminadas de nosotros, porque con esas
emociones, nunca nos permitirán un cambio afondo. Es imposible transformarnos
si continuamos con esas tensiones negativas.
Si
ese cambio va a ser positivo y enriquecedor para ambos, saldremos reforzados,
pero si el cambio va a provocar algo negativo, o que no se corresponda con
nuestros valores o con nuestro modo de vida, entonces habrá que mirar por
nuestros intereses. Una persona que se deje llevar por ese condicionamiento
negativo, puede volverse mentiroso al cien por cien.
Como
todo, en la vida en pareja, tiene que ser consumado, y la mayor parte de las
veces hay que alcanzar puntos en común en los que ambas partes lleguen a
conseguir la mayor satisfacción posible.
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