viernes, 14 de septiembre de 2012

Facebook

            ¿Has pensado alguna vez esto: ¿Qué supone tener un amigo en Facebook? ¿Realmente significa que podemos contar con él? ¿Existe un vínculo real? Si la relación se ha creado a partir de un clic, costará lo mismo deshacerla que lo que supuso establecerla: absolutamente nada.
            Facebook se creó como un lugar perfecto donde construir nuestra identidad online. Satisfacemos en el perfil nuestra identidad constante de pertenencia a un grupo, tratamos de encontrar una porción de felicidad. De ahí que la psicología haya puesto su atención en las redes sociales, pues son una guía fidedigna de comportamiento y de las aspiraciones humanas actuales.
            Facebook está demostrado que es una medicina para los tímidos. Los perjuicios, los complejos y los estigmas se quedan fuera. Lógico. Esta red social se utiliza así como puente para hablar sin vergüenza ni situaciones incómodas.
            Así muchas personas dicen seguir sintiéndose solas a pesar de tener una vida activa en timeline. Todos se centran en la cantidad de relaciones, y no en la calidad. Y es que no es lo mismo ver un vídeo de un concierto con un amigo que vivirlo con él en primera fila. Los vínculos, los recuerdos y la posterior nostalgia dependen de conexiones de carne y hueso. Facebook satisface necesidades humanas básicas como la socialización, el entretenimiento, la percepción individual o la curiosidad, “es una herramienta, no un sustituto de la vida real, y ahí reside el peligro” Los amigos creados no son en ningún caso como los conectados.
            Actualmente vivimos en un aislamiento inimaginable para nuestros antepasados, pero somos más accesibles de lo que hubiéramos soñado. La soledad hiperconectada está aquí. Facebook ha permitido que elaboremos nuestra propia identidad online, o para ser más exactos, nuestro doble hecho a medida en Internet.
            Las redes sociales incrementan el estrés y la ansiedad. Es un resultado similar al estudiante aburrido y con sentimientos de soledad. El exceso de información constante nos abruma, y se nos presenta un síntoma de “vacío”. Los beneficios dependen de cómo utilicemos nuestro muro y de si existe un abismo entre nuestra vida offline y online.
            Facebook subestimó el placer que supone olvidarse de uno mismo de vez en cuando. Por tanto; intenta desconectarte…sin pensar absolutamente en nadie.

Meditación: Con el tiempo aprenderás que hay diferencia entre conocer el camino y andar el camino



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