lunes, 6 de agosto de 2012

Amar a distancia II.

             Hace algún tiempo hice un comentario sobre este tema. Hoy de nuevo lo amplío debido a que actualmente  la vida, nos sitúa en circunstancias difíciles, para llevar una relación de pareja, debido a que muchos debemos desplazarnos a otros países  para encontrar trabajo.  La primera pregunta que me viene a la mente es la siguiente: ¿cómo mantener una vida sexual cuando las circunstancias nos separan?
            Antes, las relaciones a distancia tendían a romperse mucho más rápido por falta de contacto e intimidad.  Por eso en la distancia debemos cuidar esa área de la sexualidad, no tanto por su componente de placer, sino por la afectividad que implica. El sexo genera unión en la pareja. A lo largo de la historia, los amantes que se veían obligados a vivir a distancia tenían que limitarse a las cartas para mantener su amor. Cartas que llegaban a menudo, espaciadas por largos periodos, facilitando que el deseo y la complicidad se fueran erosionando poco a poco. Con la llegada del teléfono e Internet en la mayoría de los hogares, los E-mail, los chat, junto a las redes sociales, las cosas parecen haberse simplificado para los amantes que, por uno u otro motivo, viven separados.
            El amor a distancia hechó a voces sugerentes a través del teléfono, de imágenes incitadoras por la webcam, pero también  de palabras escritas cargadas de erotismo. Y es que los chat privados, las opiniones de correos instantáneos como Faceboock o incluso lo e’mails pueden tener una importancia de carga sexual, estimulando uno de los pilares de nuestra sexualidad: la imaginación. “La palabra escrita tiene una carga erótica extraordinaria, puesto que no tiene el riesgo del directo” y de lo que representa  de inhibición. A menudo escribimos cosas que nunca diríamos cara a cara, por tanto ese espacio de chatear, de escribir en la distancia, permite grandes posibilidades de juego erótico.
            Por más que esa forma de amar a distancia pueda ser placentero, ayude a mantener viva la intimidad de la pareja y tenga una carga erótica que pueda incluso mejorar los encuentros “reales”, si es cierto que hay cosas que no se pueden cubrir.
            Por eso, para que esa forma de amar pueda perdurar, esas relaciones a distancia necesitan de encuentros cara a cara, para así poder colmar esos momentos de intimidad que ninguna tecnología, puede lograr. Pero a pesar de la espera de que llegue el ansiado momento del reencuentro, ese amor a distancia nos permite no sólo gozar de una “sexualidad” de pareja, sino de seguir alimentando los vínculos de intimidad que genera el sexo compartido a distancia con la persona amada.

Meditación: No todo silencio es olvido, ni toda ausencia es distancia.

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