Es justo reconocer que a veces nuestra pareja es la extroversión personificada y conlleva que en algunas ocasiones, llegamos a no entendernos; supuestamente reconozco que en ciertos momentos necesitamos de unos momentos de soledad. Solemos estar bien en la relación, pero tenemos miedo de que esas diferencias, con el día a día, se conviertan en un muro entre ambos.
No es necesario que ambos integrantes de una pareja coincidan en todo para que el vínculo funcione. Es más, el hecho de que nuestro mundo y el suyo sean diferentes puede ayudarnos a crecer como personas. El que estas diferencias se conviertan en muro hace que nuestro desarrollo personal, depende en cierta medida de su comportamiento.
Debemos aceptar lo valioso de nuestros distintos temperamentos e intentar aprender de ello, y esto a la vez nos fortalecerá como persona.
Tarde o temprano todos fallamos y dejamos de encajar en los ideales que los demás pueden pensar de nosotros. Lo cierto es que si has visto poco al otro como realmente es, nunca ha existido amistad. Realmente la verdadera amistad no podrá existir si antes no ha transcurrido un periodo de acercamiento y conocimiento.
Un amigo es aquel que te conoce de verdad y, a pesar de todo te quiere. Porque es justo reconocer que más allá de la amistad hay una “semilla” de verdad. Si logramos dejar de lado la rabia y conectar con la tristeza y la comprensión, podremos reconocer que las cosas no hayan sido como hubiéramos deseado, en estos casos los disgustos se desarrollarán con mayor fluidez.
Es entonces cuando nos preguntamos: ¿Por qué olvidar a alguien que ha sido importante para ti? De lo que se trata, es no dejarlo ir y recordarlo siempre tal como fue y no dejarnos llevar por el orgullo personal.
En distintas ocasiones en nuestra vida atravesamos alguna experiencia traumática, y es entonces cuando quedamos impactados, siendo cuando más necesitamos de ese amigo que siempre “está ahí” dispuesto a escucharte y a comprenderte. Todo esto es un proceso muy íntimo, para quien lo atraviesa, y se debe solucionar siempre de acuerdo a tus principios morales y éticos. Todas estas situaciones nos suelen pasar en algún momento de nuestra vida, y para ello siempre estarán esos amigos verdaderos, que no dudarán de estar dispuestos a ayudarte a atravesar esos procesos.
Meditación: Los amigos de verdad no se dicen las cosas a medias.
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