sábado, 6 de abril de 2013

Nuestras necesidades.

            Disfrutar el día a día, cuidarnos, tener tiempo para relajarnos, buscar momentos de descanso, etc., no es solo apostar por una vida más agradable, sino también una necesidad. El hombre es un ser de necesidades. Para mantener el equilibrio y el desarrollo, es decir la salud, el ser humano necesita intercambiar con el entorno, energía e información. Este proceso de intercambio es algo constante en el hombre y funciona de manera continua y cíclica satisfaciendo sus necesidades. Cada uno de los niveles del ser humano tiene sus propias necesidades y conviene que tengamos claro a que nos referimos cuando hablamos de necesidades.
            Aunque hoy en día parezca, por la forma en que vivimos, que la mayoría de nosotros queremos demostrar lo contrario, la verdad es que todos necesitamos el descanso para poder estar bien físicamente. Muchas veces no nos queremos lo suficiente a nosotros mismos. Y es muy difícil cuidar de alguien a quien no se quiere. Creo que si el ser humano se conociera de verdad, se daría cuenta de que detrás de las cosas que no nos gusta a sí mismo, hay algo mucho más profundo, mucho más hermoso, que es su verdadera esencia. Estamos, además en una sociedad en la cual pensar en uno mismo se equipara al egoísmo. Sin embargo, sólo si estamos nosotros bien podremos cuidar de los demás. Cuando una persona se siente mejor consigo mismo y se cuida más lo transmite.
            Estamos en un entorno en el que da la sensación de que lo único que importa es producir cada vez más.
             Pues eso, es un tremendo error, porque hoy sabemos perfectamente que como seres humanos que somos, necesitamos, a lo largo del día, periodos de recuperación.
            Esos momentos en los que sentimos que empezamos a perder concentración, que comenzamos a estar irritables, que nos cuesta entender lo que estamos leyendo, que nos cuesta memorizar… son momentos de aviso. Hay un piloto rojo que se enciende en nuestro organismo para indicarnos que es el momento de parar. Pero, normalmente, no le hacemos ningún caso porque pensamos que esos momentos de recuperación son pérdidas de tiempo.

Meditación: Equilibra tus necesidades con tu riqueza y no serás pobre ni rico, sino simplemente afortunado.

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