Una nueva relación II.

              Estamos observando que cuando se nos hace en cualquier medio de comunicación, esta pregunta: ¿estado civil?,  la respuesta más usual es ésta: “divorciado/a ó separado/a”. Esto nos lleva a contemplar una nueva situación en nuestra vida, la de elegir nuevamente pareja. Encontrar a la persona adecuada con quien compartir nuestra vida no es cuestión de suerte, sino de saber elegir conscientemente a alguien con quien podamos crear un nuevo proyecto. Pensar que es cubrir una nueva necesidad sexual, debido a una carencia temporalmente larga, es un verdadero error, puesto que a la larga, esto no nos llevará a una situación estable.

            Pero paradójicamente solemos invertir pocos recursos en reflexionar y esforzarnos para tratar de tomar la mejor decisión. No es tarea fácil encontrar solución a las parejas que se deshacen y las que se rehacen. Así pues, ¿qué debemos tener en cuenta para asegurar una buena elección? Primeramente debemos evitar a aquellas personas, o ser una de ellas, que su respuesta es “Yo soy así, no puedo evitarlo”. La convivencia de pareja es una de las experiencias que más nos hace crecer a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, hay muchas personas que tienen dificultad para asumir los cambios necesarios, para restablecer esa nueva situación.

            Esta manifestación de inteligencia emocional y racional que parece tan sencilla de detectar, es sin duda uno de los pilares de más carácter universal.

            A menudo es frecuente ver parejas que en muchos años de convivencia, no han sido capaces de hacerse un reconocimiento positivo explícito. También debemos contemplar, que es imposible desligar a las personas de su entorno y del modelo en el que habitualmente han permanecido solas; debemos conocer el trasfondo, para acercarnos a nuevas pistas, nuevos caracteres, y nuevos hábitos.

            Hacerlo así implica aprovechar mejor las situaciones, mucho antes de tomar una decisión, para realmente conocer a nuestra nueva pareja.

            Solamente así tendremos  la posibilidad de realizar una elección duradera que contribuya a nuestra felicidad.

Meditación: Uno no hace amigos: los reconoce a medida que los va encontrando.