Todos sabemos o deberíamos saber que,
al cabo de cierto tiempo, el amor se instala en la pareja y a veces se aleja
ese sentimiento arrebatador del principio de la relación. Pero eso no significa
que se acabe definitivamente, las emociones profundas y los sentimientos
continúan a flor de piel.
Por
eso, aquellos que han franqueado ya algunos años de vida en común, saben que el
peso de las obligaciones y las rutinas juegan en contra de la pasión y que, con
el tiempo, ésta se diluye. Pero es conveniente saber también que, si se cuida
esta relación, puede continuar creciendo para volverse cada vez más rica en
matices y volverse a llenar de plenitud. Quizás no podamos recuperar el
enamoramiento idealizado del principio, pero es posible que podamos avivar la
llama del amor regándolo y abonándolo de nuevo. A veces nos preguntamos ¿cuándo
será cuándo? y así nos pregunta la mente; pero nuestro corazón responde
“pronto” ¡Será un día inesperado! Y nos aferramos a la fe, mientras la razón
nos tortura, y el pensamiento nos dice pronto. La vida nos pone condiciones y
problemas que nunca llegamos a comprender, pero nunca perdemos la esperanza de
que ese “cuando” o ese “pronto” algún día llegará.
Al
principio de la relación tratamos de conquistar al otro mostrando lo mejor de
uno mismo, con detalles hacia la pareja, tratando siempre de agradar.
Pero
con el paso del tiempo, querer seguir seduciendo al otro, sorprendiéndolo y
dando emoción a la relación, es la mejor forma de que, a pesar de los inevitables
altibajos, la relación siga estando cargada de inquietud.
Es
fundamental expresar a la pareja ese amor pasado haciendo valorar la relación,
No se trata sólo de apreciar lo bueno de la relación, sino de expresarlo
declarando ese amor pasado, mostrando nuestros sentimientos con palabras y con
hechos, recordando que a ambos nos motiva para que se valoren esos nuevos
esfuerzos.
También
es digno de considerar que la relación amorosa se alimenta de confianza,
complicidad y amistad. No hay duda de que la comunicación es uno de los
elementos claves de la pareja, porque por mucho que a veces parezca que estamos
empeñados en creer lo contrario, el otro no puede siempre adivinarlo.
Al
mismo tiempo, se ha de hacer un esfuerzo con el fin de intentar comprender a la
persona que está a nuestro lado para volver a establecer esa complicidad que es
uno de los grandes alicientes de cualquier relación y la ayuda para avivar la
llama de la pasión. Por tanto, valorar lo que tenemos es el primer requisito
para cuidarla.
Meditación:
La persona que mereces, es aquella que teniendo la libertad de hacer lo que
quiera, te elige a ti en todo momento.
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