domingo, 2 de marzo de 2014

¡Qué difícil es ser honesto!

           Pues sí, tengo que reconocer que estamos en unos tiempos muy difíciles, muy polarizados, y sobre todo viviendo en un clima de grandes tensiones. La crisis económica, social, todo nos afecta, incluso nuestro esta emocional; todo se siente alterado, sintiendo que de alguna manera  o de otra, terminará estallando de alguna forma. Cuando la economía consigamos que se relaje, es posible que nosotros adoptemos al mismo tiempo un estado algo más estable. Aunque por mucho que digan, esto no se le viso de estabilidad, así que es mejor definirse por lo que pensamos con toda sinceridad. Ir con la corriente es muy sencillo, lo difícil es ser honesto.
            La felicidad es el destino que todos anhelamos. Pero su verdadero significado es posible que no lo encontremos por nuestra propia cuenta. Ser honesto, quizás nos encontremos con pocos amigos, pero, esa honestidad te dará los adecuados.
            ¡Cuántas veces nos sentimos completamente vacíos! Me pregunto: ¿cómo es esa situación? Es como una casa deshabitada y sin cerradura, totalmente libre a los demás, cualquiera puede entrar en su interior. ¡Esto es lo que verdaderamente nos asusta!
             A través de nuestra propia experiencia, la vida nos enseña que “ninguno de nosotros somos, quien nos parecemos ser”, necesitamos mantener las apariencias para sobrevivir. Todos ocultamos de alguna manera y en determinadas ocasiones, nuestro verdadero “yo” pero procedemos a enterrar esa parte tan honda que nos recuerda que estamos aquí., y así tratamos de olvidarnos y de experimentar cómo somos. Así es como manifestamos la auténtica honestidad, aunque debo reconocer que no es la forma más justa y por supuesto nada justo manifestarlo.
             Las situaciones nos cambian con la vida, y los amigos se “marchan”, pero la vida no se detiene por nadie ni por nada. No debería darme importancia a lo raro que somos todos, especialmente yo. La idea es que cada persona viva su propia vida y luego tomar las decisiones que crea justa, según nuestro sentido de honestidad.
              Jamás podremos detenernos y poner por encima de nuestra vida, la vida de los demás- ¡Creo que eso es, no ser honesto! Debemos analizar, quien somos realmente, y detenidamente averiguarlo. Sí, seguro que nos sentiríamos mal por nosotros mismos y por los demás. Acabaríamos culpando a la gente por lo que hicieron. No sé. Supongo que encontraremos a alguien a quien culpar, aunque creo que en definitiva eso no es obrar con auténtica honestidad.
              Muchos abandonamos determinados momentos en nuestra vida, porque es más fácil caminar y alejarse, que luchar por lo que realmente queremos. Si lo pensamos bien nuestra vida, sólo es un diez por ciento de lo que nos sucede, el otro noventa por ciento es tal cómo respondemos a ella.
              Solo nosotros mismos podemos leer nuestra conciencia y nuestro corazón, de ahí, que sólo uno mismo es el único que puede llegar al verdadero grado de honestidad que poseemos

 Meditación: A quien procede con honestidad, nada debe preocuparle. Sólo ha hecho cuanto ha podido y jamás faltó a su palabra.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario