Si, la ansiedad siempre se asoma en
determinados momentos de nuestra vida. A veces bajo formas constantemente
cambiante, pero he de decir que nos acompaña desde la cuna hasta la sepultura. Primeramente, es relevante identificar la
diferencia entre la ansiedad y el estrés. Básicamente, la ansiedad es un
sentimiento de miedo y aprensión que nos pone en alerta. En verdad cumple la
función de agudizar nuestro estado de conciencia para estar preparados ante
cualquiera amenaza potencial.
Ante
este estado lo que debemos hacer es intentar cultivar fuerzas que la
contrarresten: coraje, confianza, sabiduría, poder, fe y sobre todo amor. Estos
conceptos pueden servirnos para aceptar la ansiedad, manejarla, conquistarla
una y otra vez.
Aunque
nos parezca una simpleza, la escritura puede ser una forma de limpieza mental.
Escribir sobre todo lo que sentimos, siempre automáticamente, hasta que
sintamos que hemos dicho todo y luego leer todo aquello que escribimos.
La
ansiedad siempre asoma cuando no encontramos en una situación a la que no
podemos hacer frente, o que aún no estamos preparados para afrontarla. El
estado de ansiedad es a veces casi permanente, oscilando levemente durante el
transcurso del día y afectando casi siempre la calidad del sueño. Es frecuente
que casi siempre nos resulte difícil de controlar este estado de constante
preocupación. Y como nuestras vidas nos lleva constantemente hacia territorios
desconocidos y a fases importante en nuestro desarrollo, es cuando hay que
emprender nuevas tareas y llevar a cabo cambios.
Estos
tipos de ansiedad provocan un malestar significativo sobre todo en las
relaciones familiares, sociales, laborales o de cualquier área importante de
nuestra actividad personal. Lo que nuestro destino ha decretado puede ser
remodelado. Hasta cierto punto. ¡Todos podemos cambiar!
Existe
un tipo de ansiedad, la cual es llamada “ansiedad nerviosa” En realidad los
síntomas de este tipo de ansiedad son los mismos, pero sí más violentos, más
evidentes, y más peligrosos. El temor, los ataques de pánico, la inseguridad,
la indecisión y los síntomas físicos nos conducen a un estado mental en el que
solo queremos huir, desaparecer, ya que no podemos continuar con nuestra vida
normal.
Todas
la posibles formas de tipos de ansiedad, son variaciones que suelen estar
conectadas a nuestros impulsos básicos, que en realidad son parte de nuestro
ser y al mismo se complementan y se contradicen.
Sería
signo de buena salud mental si uno consiguiera vivir controlando todos nuestros
impulsos básicos en buen estado de equilibrio. Aunque la pregunta que se nos
viene a la mente es: ¿cómo salir de esta ansiedad? Aunque parezca sencillo en
parte no lo es; en primer lugar debemos comenzar haciendo ejercicios de
reflexión para poder ser conscientes de en qué estado nos encontramos
actualmente. Tomar consciencia y poder auto identificar nuestro estado anímico,
emocional y sobre todo nuestro estado físico, es fundamental para vencer nuestra ansiedad.
Meditación:
Existe un secreto para vivir con la persona amada, no pretender modificarla.
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