viernes, 28 de marzo de 2014

La ansiedad siempre asoma.

           Si, la ansiedad siempre se asoma en determinados momentos de nuestra vida. A veces bajo formas constantemente cambiante, pero he de decir que nos acompaña desde la cuna hasta la sepultura.  Primeramente, es relevante identificar la diferencia entre la ansiedad y el estrés. Básicamente, la ansiedad es un sentimiento de miedo y aprensión que nos pone en alerta. En verdad cumple la función de agudizar nuestro estado de conciencia para estar preparados ante cualquiera amenaza potencial.
             Ante este estado lo que debemos hacer es intentar cultivar fuerzas que la contrarresten: coraje, confianza, sabiduría, poder, fe y sobre todo amor. Estos conceptos pueden servirnos para aceptar la ansiedad, manejarla, conquistarla una y otra vez.
             Aunque nos parezca una simpleza, la escritura puede ser una forma de limpieza mental. Escribir sobre todo lo que sentimos, siempre automáticamente, hasta que sintamos que hemos dicho todo y luego leer todo aquello que escribimos.
              La ansiedad siempre asoma cuando no encontramos en una situación a la que no podemos hacer frente, o que aún no estamos preparados para afrontarla. El estado de ansiedad es a veces casi permanente, oscilando levemente durante el transcurso del día y afectando casi siempre la calidad del sueño. Es frecuente que casi siempre nos resulte difícil de controlar este estado de constante preocupación. Y como nuestras vidas nos lleva constantemente hacia territorios desconocidos y a fases importante en nuestro desarrollo, es cuando hay que emprender nuevas tareas y llevar a cabo cambios.
           Estos tipos de ansiedad provocan un malestar significativo sobre todo en las relaciones familiares, sociales, laborales o de cualquier área importante de nuestra actividad personal. Lo que nuestro destino ha decretado puede ser remodelado. Hasta cierto punto. ¡Todos podemos cambiar!
            Existe un tipo de ansiedad, la cual es llamada “ansiedad nerviosa” En realidad los síntomas de este tipo de ansiedad son los mismos, pero sí más violentos, más evidentes, y más peligrosos. El temor, los ataques de pánico, la inseguridad, la indecisión y los síntomas físicos nos conducen a un estado mental en el que solo queremos huir, desaparecer, ya que no podemos continuar con nuestra vida normal.
            Todas la posibles formas de tipos de ansiedad, son variaciones que suelen estar conectadas a nuestros impulsos básicos, que en realidad son parte de nuestro ser y al mismo se complementan y se contradicen.
             Sería signo de buena salud mental si uno consiguiera vivir controlando todos nuestros impulsos básicos en buen estado de equilibrio. Aunque la pregunta que se nos viene a la mente es: ¿cómo salir de esta ansiedad? Aunque parezca sencillo en parte no lo es; en primer lugar debemos comenzar haciendo ejercicios de reflexión para poder ser conscientes de en qué estado nos encontramos actualmente. Tomar consciencia y poder auto identificar nuestro estado anímico, emocional y sobre todo nuestro estado físico,  es fundamental para vencer nuestra ansiedad.

             Meditación: Existe un secreto para vivir con la persona amada, no pretender modificarla.
 

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