jueves, 14 de febrero de 2013

Cuidar el amor.

             Aparentemente esto parece muy sencillo, pero no lo es. Todo tenemos acceso al amor, pero los malos hábitos como las críticas, el desprecio, nuestra actitud siempre defensiva y la evasión son los mayores enemigos del amor. Por eso digo, que no es tan sencilla la cosa como amar, eso hasta puede ser una palabra, una expresión… No basta eso. No alcanza.
            El amor no muere por causas naturales, muere por negligencias y abandono. Muere por ceguera e indiferencia y porque no se le da por sentado. En cualquier relación, sobre todo en las de mayor proximidad y confianza, surgen casi inevitablemente diferencias, quejas y reproches. Sin embargo, existe  una gran diferencia entre lo que es una queja y una crítica.
            Una queja manifiesta una acción específica que debe ser corregida de un modo muy concreto; la crítica es una enmienda a la totalidad cargada de juicio acusatorio. Lo más parecido a la crítica es el desprecio. El sarcasmo, el cinismo, la burla, el humor hostil. Todas ellas son las formas que se manifiesta; formas en que se manifiesta el desprecio, que con el tiempo envenenan las relaciones y suscita el disgusto en el otro.
            Cuando uno de los miembros de una pareja se siente tan desamparado que decide retirarse, genera un gran sentimiento de soledad en el otro. Con el tiempo la pareja terminará separándose, o seguirá conviviendo sin más, en una relación inerte; podrán incluso compartir actividades, pero ya sin conexión afectiva entre ellos.
            En primer lugar es necesario aceptar los cambios en la relación. No podemos pretender mantener un ritmo sexual como el de los comienzos, ni que nuestra pareja esté siempre perfecta para nosotros. La responsabilidades diarias de cada uno nos dejan, a veces, poco tiempo para cuidar nuestro aspecto físico como desearíamos. Debido a esto no debemos reprocharle esto a nuestra pareja, ni tampoco sentirnos acomplejados si nuestro físico va cambiando irremediablemente con el tiempo.
            Es relativamente importante ser comprensivos y esforzarnos por entender los problemas de ambos, junto con nuestras preocupaciones. Con el tiempo, la relación se suele volver individualista, dejando de cortarnos lo bien o lo mal que nos ha ido el día.
            Justo es decir que, mantener la comunicación es esencial para cuidar la relación de pareja. No cabe duda que al principio de la relación es más fácil estar siempre pendiente del otro, sin olvidar las recompensas inmediatas que aporta un enamoramiento recién estrenado.  Cuando la pasión inicial da paso al amor reposado, es cuando empieza la tarea de mantener día a día, la complicidad. Siempre y cuando nuestra pareja merezca dicho esfuerzo, claro está, ya que nadie tiene por qué aguantar a una persona que nos hace daño.

Meditación: El amor nace de un flechazo; la amistad del intercambio prolongado.

4 comentarios:

  1. MUY REAL TODO LO QUE DICE
    CREO QUE VALE LA PENA EL ESFUERZO
    SIEMPRE DEBEMOS INTENTAR AL MAXIMO MEJORAR LA RELACION
    PONIENDO ESFUERZO SE PUEDE

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  2. Quisiera q mi esposo fuera cariñoso conmigo como le hago?

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  3. Todo en la vida requiere un equilibrio, Por supuesto el amor también. Nunca debemos tener la sensación de que solo uno es el que debe ceder. Es justo reconocer que una pequeña dosis de generosidad por parte de ambos, para poder encontrar ese equilibrio. Saludos cordiales.-

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