¿Cuántas veces
hemos hablado de que tenemos costumbres de…? ¡Nos hacemos adictos a
determinadas costumbres! Sí, es cierto, pero a veces esas costumbres se nos
quedan arraigadas de forma permanente, produciendo en nosotros un cierto hábito
de continuidad durante toda nuestra vida.
Las costumbres la
podríamos definir como una forma de actuar habitualmente del ser humano originada
por un continuo comportamiento, el cual puede ser la práctica que tiene un
colectivo en determinados actos con respecto a sus tradiciones.
La fuerza de la
costumbre no radica en la frecuencia con que la gente las practiquen, sino en
que la gente comparta determinadas ideas y creencias, originando uso de una
determinada manera de actuar. No se puede hacer un juicio de valor con respecto
a los usos y las costumbres de nadie, ni una evaluación de sus condiciones de
vida a partir de sus tendencias. No existen las buenas o malas costumbres,
debido a que son las formas que tienen las distintas personas de adaptarse a la
manera más conveniente de su forma de vida.
Nunca se debemos
confundir las costumbres con lo que llamamos hábito. Éste es un acto que, de
tantas veces que lo usamos se convierte en una costumbre. Por lo general, un
hábito es un movimiento sencillo que utiliza una persona para complementar su
vida. Así pues, estos tienden a convertirse en distracciones y entretenimientos
para quien los realizan y a su vez son costumbres que tiene el ser humano, que
les permiten adaptarse al entorno que les rodea. El hábito cuando es maniático,
se convierte en obsesión. Sí, es cierto que a veces nos cuesta vencer las malas
costumbres.
Las malas
costumbres son comportamientos aprendidos a base de dedicación extrema,
persistencia y conciencia. Cuanto más nos involucramos en nuestros hábitos, más
se arraigan y se ven reforzados en nuestro sistema. Sin embargo, cada vez que
intentamos hacer algo diferente a lo que son nuestros hábitos, estos tienden a
debilitarse y el nuevo comportamiento alternativo se fortalece gradualmente con
el uso a través de continuas repeticiones.
Existen costumbres
que desgraciadamente las hemos descartados de nuestro vocabulario como las palabras
gracias, permiso, disculpe o perdón,
etc., las cuales van perdiendo su uso, siendo generalizadas por malos
hábitos. Actualmente existe un deterioro de los buenos modales y necesitamos,
para la tranquilidad de nuestras buenas formas, ponerle coto a ese
desbarajuste.
Una
de las malas costumbre que anteriormente ya he mencionado es quedarse apegado
al pasado, y es quizás una continuación de lo dicho referente a nuestro pasado.
Es terrible esta costumbre, particularmente en el mundo tan cambiante que nos
ha tocado vivir. Pensemos que nada es como ayer. Si alguien se queda apegado al
pasado, utilizará siempre los mismos procesos, las mismas soluciones, las
mismas premisas, y posiblemente se equivocará con frecuencia.
No
cabe duda que existen buenas y malas costumbres; por tanto, mi estimado amigo,
haciendo uso de las unas o de las otras, solo quiero deciros, que nos hemos
acostumbrado a ver solo la extensión de las malas costumbres, como un hecho
casi inevitable.
Meditación:
A veces tenemos la mala costumbre de olvidar aquellas cosas que de verdad nos
importan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario