domingo, 5 de mayo de 2019

¡Qué nos gustan los elogios!


Es muy natural que los elogios nos agraden y nos acostumbramos a ellos, tanto que a veces no sentimos molestos cuando no los percibimos, diciendo “es que ya no valgo o “es que no me ven importante” El elogio es el reconocimiento ante una persona por su valía personal. Es justo elogiar a alguien cuando ves que es merecedora de esas alabanzas. Y al mismo tiempo es digna de agradecimiento. En general los elogios son realmente importantes porque se concentran en unos valores personales auténticos.
Aunque lo más importante a la hora de elogiar a alguien es hacerlo con sinceridad, no vale elogiar su forma de ser, si en el fondo te parezca un auténtico desastre. A veces; ¿por qué ese derroche de elogios hacia una persona, si a penas le conoces? Es quizás por interés, o pretendes algún beneficio. El elogio cuando es falso, a la larga hace mucho daño. Pero el ser humano a veces en tan ingenuo, que no es capaz de tenerlo en cuenta. Además, cuando se falsean, puedes caer fácilmente en la pérdida de tus propios valores personales. No quiere decir, que si son sinceros pueden ser de un valor tremendamente importante, ya que se concentran en la fortaleza de la persona que los recibe, haciendo estimular la autoconfianza y la reciprocidad de sus sentimientos.
Cuando te elogien, no te formules preguntas sin sentido, sólo con estar “alerta” ya es suficiente para entender las verdaderas intenciones. Seamos libres en nuestros pensamientos ante las opiniones de los demás, sin tratar de sacar conclusiones anticipadas. Nadie debe pensar mal, sólo por el hecho de que persigan un “sueño” Tú eres el que debes motivarte y no poner nunca límites a lo que te dicen. Debes esperar un tiempo prudencial, y es entonces cuando podremos apreciar que “todo aquello” no era tan fácil.
Muchas personas tienen dificultades de aceptar unos elogios constantes, unos por modestia, otros simplemente por no saber si son merecedoras de tanta estima y en general, por la sencilla razón de ser realmente auténticos. Piensas siempre que un elogio sólo es una creencia; no es una idea preconcebida que la mente posee, es una idea que sólo aparece durante un periodo de tiempo en tu mente.
También deberíamos entender que muchos de los elogios que podemos recibir, tienen carácter de crítica, es entonces cuando no lo comprendemos, pensando que nos hacen daño, pero el fin determinado es de corregir algunos defectos, que hemos observado y, con toda sinceridad se lo hacemos ver. Para ello debemos asumir la justa autenticidad de ese tipo de “elogio”, ya que con el tiempo nos hicieron ver su verdadero valor. Cuántas veces esos elogios prematuros, se convierten en “etiquetas” sí, etiquetas de forma calificativas, pero a veces observamos que aquellas calificaciones de carácter positivas, se convierten en descalificaciones sin motivo justificado, y en muchos de los casos ante un desprecio imperativo que no vemos desbordados sin motivo aparente y sin saber que lo originó. Desgraciadamente con el tiempo observamos que nos han considerado como el simple envoltorio de un caramelo, el cual todos sabemos cuál es su destino. 

Meditación: No eres más santo porque te alaben, ni más vil porque te desprecien.


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