martes, 5 de febrero de 2019

Vencer las adversidades.


Comprendo que decirlo es muy fácil, pero desgraciadamente nos las vamos a encontrar en cualquier parte de nuestro quehacer diario; en nuestro trabajo, con nuestros familiares, con nuestros amigos, etc. Siempre las vamos a tener presente. Todos vamos a atravesar momentos difíciles a lo largo de nuestra existencia. Sin embargo, aunque nos parezca a veces imposible, cuando nos encontramos sumergidos en ellas, sólo nos queda una cuestión, tratar de superarlas para poder seguir avanzando.
Pensamos que la vida se compone sólo de camino y destino, y es ahí donde nos encontraremos con la felicidad y la adversidad. La felicidad, bien venida sea, pero la adversidad, no tenemos más remedio que superarlas. ¿Cómo? Solo existe una manera haciéndoles frente y sobrellevarlas son paciencia y serenidad. Existen muchas personas que padecen de insatisfacción constante; es decir: nada les parece bien, están en una situación admirable y sólo ven problemas y situaciones adversas. Ante la armonía y el equilibrio solo se fijan en lo que no está de acuerdo con ellos mismos, siendo capaces de ver siempre lo negativo en un conjunto de cosas maravillosas. Y en verdad eso es un verdadero lastre que nunca te dejará avanzar.
Son las dificultades que nos encontramos en uno u otros momentos de nuestras vidas; como la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa, la pérdida de una antigua amistad, etc. Todas pueden ahogarnos en un mar de malestar del que nos será difícil de escapar si no ponemos en marcha unas estrategias adecuadas. Nadie se encuentra a salvo de los vaivenes que puede tener nuestra existencia en cualquier momento determinado.
Son esos momentos de adversidad cuando solemos atravesar emociones muy poderosas, como la tristeza, la impotencia, la frustración, etc. Produciendo en nuestro interior un intenso desequilibrio emocional. Cuando estas personas se enfrentan a las adversidades, se quejan y se amargan. Hacen preguntas cómo; ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? ¿Qué he hecho para merecer esto? Estas preguntas hacen que dominen nuestros pensamientos, absorbiendo nuestras energías y privándonos de esa serenidad que todos debemos tener en determinados momentos.  
A todos nos va a tocar tropezar y no solo con una, sino con muchas piedras en nuestro “camino”, pero cuidado con cogerle adicción, puesto que estaríamos cometiendo un gravísimo error, que nos pueden traer terribles consecuencias y peor cuando se van introduciendo en nuestros sentimientos, puesto que el dolor nos hará lastimar.
Todos tendremos metas, deseos, sueños de todo tipo que deseamos cumplir, pero seguro que no aparecerán de forma fácil, tendremos que luchar, y encontraremos adversidades, tropezando una y otra vez para conseguir vencerlas, consiguiendo de sea manera alcanzar esos “sueños”. Piensas siempre que algo tendrás que entregar a cambio, puesto que la vida se lo cobra todo, y nada nos lo da con facilidad.
En este sentido, es importante unir fuerzas con quien también lo está pasando mal, no para sufrir juntos, sino para no sentirnos solos y abrigar la esperanza en que juntos seamos capaces de ser más fuertes.

Meditación: Olvida lo que te hirió, pero nunca olvides lo que te enseñó.

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