¿Te han dicho alguna
vez: te quiero? Es posible ¿verdad?, Y yo me pregunto: Eso que quiere decir: un
cuento, un mito, un quedar bien de forma romántica. Es posible que no sepas
contestar. La verdad es que te lo tomes como un “arte” y como tal, algunos lo
interpretan a su manera; es decir a su forma de ver las cosas. Existen
situaciones en que no deberíamos tomarle demasiado interés, es un asunto
demasiado serio para tomarlo de forma trivial.
En
ocasiones nos sentimos atrapados en el mito del “amor romántico” y nos vemos
acogidos en contradicciones que no se ajustan al verdadero sentido de la
palabra amor. Si lo vemos como “arte” no deberíamos preocuparnos por lo
superficial de las personas, puesto que la condición de amar va más adentro de
la persona a quien va dirigida. La vida es una tremenda consumidora de
historias de amor, debido que para muchos el amor romántico lo convierten en
una vía para liberarse del control y la vigilancia. Sólo con auto convencerse diciendo; “es que te amo”, ya nos liberamos de muchos malos entendidos y de esa
manera superamos las innumerables contradicciones que el hecho acarrea.
Para llegar a amar
hay dos bases primordiales: el dominio de la teoría y el dominio de la
práctica. ¡Cuántas historias nos llegan que idealizan las típicas parejas que
se auto convencen o se prometen resolver situaciones realmente difíciles!
Siempre con la intención de escapar de una realidad que no les gusta; aunque de
momento se prometen y se aseguran una fuente de recursos, para alcanzar la
felicidad eterna. Sin embargo, las promesas del amor son solo eso, promesas.
Hablaba
anteriormente de las bases primordiales del amor; la teórica y la práctica, de
ahí esa frase tan elocuente que a veces pronunciamos: “el amor duele” y muchos
diréis ¿por qué? Verás: el amor tal como su término es utilizado habitualmente,
no es amor; es deseo, Y el deseo por regla general, siempre hace daño, puesto
que desear a alguien, es como obtener a una persona, solo por el placer de hacerla
tuya. En ese caso la tratamos como un objeto y eso supone literalmente ofender.
Es sencillamente un insulto. Si lo piensas bien; si te diriges a otra persona
solo por el capricho de poseerla, eso es llanamente “deseo” A eso le sigue lo
siguiente: ¿durante cuánto tiempo podrás fingir que ese “te quiero” o ese
“amor” lo podrás mantener? La “cosa” se complica, ¿no es verdad? Nadie quiere
ser utilizado, es lo peor que podemos hacerle a alguien, puesto que nadie desea
ser un objeto, para prestarse a un juego con la intención de que otro alcance
su fin.
Aprender a amar no
es nada fácil, es una tarea pendiente para muchas personas, y a veces muchos
jamás llegan a conseguirlo, por mucho que se empeñen. Puesto que, histórica y
culturalmente se nos han inculcado una serie de valores distorsionados,
fundamentados en forma de romanticismo que se caracterizan por grandes dosis de
adicción. Sin embargo, la dependencia, la permanente obsesión con que
insistimos, deseamos ver que es pura realidad, pero desgraciadamente solo nos
refleja que esas palabras, no son nada saludables y mucho menos duraderas.
Meditación:
Nunca podrás olvidar a la persona que un día le dijiste “te quiero”, sólo
podrás aprender a vivir sin él. (Amar es un placer que muchos desconocen)
No hay comentarios:
Publicar un comentario