miércoles, 16 de enero de 2019

Sanar nuestras "heridas"

       En ocasiones, las “heridas” conducen a quien desea manipular con   nuestras   creencias   a  su  antojo  y  a desatender   lo   que   realmente   nos   incumbe.    Las situaciones   límites   son   una  gran oportunidad  para nuestro  crecimiento interior. Siempre debemos analizar las situaciones y ver cómo podríamos  hacerlo mejor la próxima vez. Por supuesto buscando las situaciones que nos han apoyado en el comportamiento equivocado y de esa manera dejarlo marchar.
            Cuando tomo conciencia de que me estoy reprendiendo por algo, puedo detener esa castigadora forma de pensar. Interiormente me digo que cuando cualquier persona está debidamente informada y debidamente entrenada para afrontar una enfermedad y sus consecuencias emocionales, su capacidad de resistencia marca las diferencias en cualquier tratamiento al que se someta.
            Cada día suele ser como una experiencia de aprendizaje, y por medio de nosotros errores podemos aprender hacer las cosas de otra manera la próxima vez. A esto le podemos llamar “prescribir un tratamiento del alma”. Son únicamente nuestros pensamientos los que nos causan dolor. Nada externo a nuestra mente puede herirnos o hacernos daño en modo alguno. Hoy existen causas más allá de nosotros mismos, que pueden abatirnos y oprimirnos.
            Nada, excepto a nosotros mismos nos puede afectar. No hay nada en el mundo capaz de hacernos enfermar, entristecernos o debilitarnos. Eres tú el que tienes el poder de dominar las cosas que vas reconociendo simplemente lo que eres.
            Afortunadamente todos contamos con un grandioso potencial para sanar nuestras heridas de cuerpo y alma. Por eso resulta imprescindible trabajar y modificar actitudes, creencias, hábitos, estados emocionales y formas de vincularnos a fin de optimizar una respuesta auto sanadora.
            No existen fórmulas que garanticen el éxito en la vida, pero si de una cosa estoy seguro y es que todo fluye o se estanca de acuerdo a las formas en que tomemos los acontecimientos, y estos los decides tú. Siempre, existirán heridas, pero lo importante de las mismas, es encontrar la medicina que te cure de la monotonía o de la propia desvalorización. De vez en cuando, parece que nos hace falta un mal para llegar a un mejor destino. Es posible que hagan falta las incomprensiones de un amigo sentimental, para que nos demos cuenta que nos hieren, comprobando que a pesar del dolor la amistad es tan fuerte que podemos sobrevivir a los malentendidos y fortalecernos después de lo pasado.
            Para avanzar es necesario dejar atrás el camino que ya hemos recorrido. Si intentamos avanzar mirando hacia atrás, al final tropezaremos irremediablemente. Necesitamos no volver la vista atrás y mirar hacia adelante para seguir en el camino que conforma nuestra propia vida. Para ello debemos sanar las heridas emocionales que suframos. Así, cada día es una experiencia nueva y por medio de nuestros errores, podremos aprender a realizar las cosas de otra manera la próxima vez.

Meditación: El amor que niegas, es el dolor que llevas dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario