viernes, 2 de noviembre de 2018

¿Por qué estamos estresados?

                  Creo haber dicho en alguna ocasión que el estrés y la ansiedad lo usamos como sinónimos, entendiendo en ambos casos, como un tipo de reacción emocional, caracterizado por la alta presión en que vivimos. En verdad el estrés sólo es un proceso de no adaptación al medio de nuestro desarrollo habitual.
            Cuando programamos previamente lo que vamos a hacer, nos tomamos en serio nuestro trabajo o nuestra actividad. Y, normalmente, eso da pie a que no ajustamos nuestros proyectos y programas a situaciones reales. Sin embargo, cuando nos paramos a pensar en ello, es cuando nuestro “tic” social continuamente nos dice: “Debo detenerme y pensar” “No puedo perder el tiempo” dejándonos llevar por el estrés. En cambio, la ansiedad es una reacción emocional de alerta ante una amenaza. Digamos que es un proceso interno de cambios, que nos conduce al estrés. Así podríamos decir que la ansiedad es la reacción emocional más frecuente. Ante esta situación, nos dejamos llevar por el estrés, produciéndonos de esta manera casos de ansiedad, realizando entonces trabajos con prisas y mal acabados.  Así, cuando actuamos de esa forma continuada, nos provoca a la larga, ese malestar personal, todo debido a la precariedad de la situación que nos rodean.
            La pregunta que enseguida nos viene a la mente es la siguiente: ¿cómo podemos actuar para evitarlo?  Basta con hacer un ejercicio diario de algún tipo de actividad que nos ayude a desarrollar nuestro control mental. No hace falta dedicarle mucho tiempo, pero debemos ser constantes. Es posible que unos lo logren, y otros no; sólo se debe a que unos poseen una naturaleza que les hace más especiales, y les ayudan a lograrlo, utilizando los medios oportunos para apartarlos de las conductas precipitadas.
            Realmente lo importante en estos casos es no ir siempre con prisas, ello nos ayudará a apreciar más las cosas. Se trata simplemente de asombrarnos con lo que poseemos, deleitándonos y gozando de las pequeñas cosas que nos rodean, puesto que a menudo las vamos aparcadas y no nos fijamos en ellas.  Hoy en día nos enfrentamos a situaciones en las que nuestra existencia corre peligro, Entonces el estrés se agudiza, estando presente en nuestro organismo, el cual se dispara cuando nos encontramos ante situaciones que previamente hemos considerado como amenazantes para nuestra integridad. Si esta situación, u otras que nos generan grados de tensión, y se repiten de manera continuada, nuestro cuerpo debe prepararse para luchar o huir de ese estado permanente. Es la típica sensación de agobio, ante la cual cada día nos encontramos. Todas las preparaciones en forma de cambios físicos, deben evitar el peligro para liberarnos que nos hagan estresarnos
            La mejor manera de evitar el estrés es prevenirlo. Posiblemente me dirás ¿Cómo? En primer lugar, aprender a reconocer cuando estamos sufriendo, y admitir los problemas cuando llegan, como una situación más de nuestra vida, no dejándonos llevar por pequeñas preocupaciones. A veces son consecuencias de esa debilidad que todos padecemos y no somos capaces de dominar a su tiempo, convirtiéndose en amenazas emocionales imaginarias, las cuales generan situaciones crónicas. 

Meditación: Hacer lo que te gusta es libertad. Gustarte lo que haces es felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario