¡Vaya! De nuevo estamos otra vez ante un “callejón sin salida” Cada vez
resulta más difícil seguir creyendo ese de, “hasta que la muerte nos separe” Pero
en un mundo, donde cuesta más darse de baja de una operadora de telefonía móvil,
que acabar con una relación de pareja; a veces no comprendo, lo que decimos, ni
a lo que nos prometemos. Así que demos un paso a través de la Historia, y
observemos a nuestro alrededor. ¿Cabe pensar que el amor pueda tener fecha de
caducidad? No lo sé. Juzguen Uds. ¿El verdadero amor debe ser exclusivo, único
y eterno? Pero ante lo que diariamente observo y analizo; Uds. dirán. Sinceramente,
yo me pierdo. Muchos dicen que el amor es como una lotería, pero una lotería
que todos queremos que nos toque sin comprar ningún billete. Es verdad que la
vida nos presenta un panorama para que encontremos un amor incondicional, pero
a la hora de la verdad, raro es quien lo consigue sin invertir tiempo,
capacidad, dedicación, esfuerzo y sobretodo fidelidad. Mucha “tarea” ¿no? Pensándolo
detenidamente el amor es la mejor expresión de nosotros mismos. Cuantas veces
el amor nos llena de alegría, de luz, de optimismo, nos hace grandes, generosos
y a la vez más humanos. En verdad; ¡queda bonito!
La
terrible pregunta es: ¿Cómo puede ser, entonces que en determinados casos y
sólo por el hecho de amar, a veces nos conduzca al desastre y nos lleve al más
profundo sentimiento de dolor? Aunque muchos no lo crean, y a una pizca de
extrañas circunstancias, irremediablemente esto sucede. Tú que estás leyendo
esto, en estos momentos, mira a tu alrededor y comprenderás que cuántas veces
somos víctima de un malentendido. Sólo decirte esto: si la desconfianza
destruye el amor y el rencor destruye la compasión, es posible que no exista ni
amor ni compasión.
Sí,
es difícil de entender, o de explicarme, aunque a pesar de todo, la vida nos
demuestra a cada momento que nuestra capacidad de amar no es finita, ni única,
y que en cualquier momento puede agotarse.
Nuestros círculos amorosos, están llenos de situaciones y corazones rotos.
Entonces, pregunto: ¿es posible otra manera de amar?
Lo
dicen los textos, sobre todo aquellos que hemos “pasado” por los conocimientos
de Psicología Experimental. El amor consiste en expresar lo que sentimos con
libertad, pero sin presionar a los demás sus propios sentimientos. Pensemos
siempre que el amor tiene dos caras, una es la necesidad y la otra la saciedad,
no interpretemos erróneamente el amor. Vivimos en un mundo, y permítanme que lo
exprese con tristeza: Negamos las emociones hasta el punto de no llegar a
comprenderlas.
Cuando
caminas por las avenidas de tu ciudad, observa que todos emprenden un camino
que recorren a diario, un camino que posiblemente no sea “sencillo” No tienen
mapas trazados y el entorno puede ser muy crítico. Nos desgarramos pensando que todo el panorama
es natural e inevitable, pero quien sabe si muchos están asomados al mismo
borde del abismo.
Pienso
siempre que algunos os quedéis tristes después de haber leído esto; al ver que el
amor tiene muchas dimensiones, el amor erótico, el amor compasivo, el amor
admirativo o de aprecio, etc. En fin, considéralo como pequeños espacios de
tiempo, capaces de experimentar amor de forma fragmentada, en distintos
momentos de nuestra vida.
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