Es posible que
me digáis, que ante las adversidades, debemos sobreponernos. Pero os
preguntaría; ¿cómo se puede aumentar la capacidad de superar esos periodos de
dolor emocional? Ante una adversidad, las personas actúan de forma muy
distintas a como somos. No todos somos iguales. Después de sufrir una
experiencia traumática, influye en nuestro interior un cambio difícil de
explicar.
Es necesario
nacer con una cierta dosis de “capacidad humana para asumir con flexibilidad,
situaciones que no tengan límites” Aunque también existen personas capaces de
enfrentarse a las angustias inevitables de una primera reacción, orientándose
rápidamente a la nueva realidad y adaptándose a esos nuevos retos presentes. Son
personas que a menudo entran en una espiral positiva de la que acaban saliendo
a veces más fortalecidas, e incluso mejor que antes.
Nunca entendí
cómo conseguirlo. Aunque comprendo que aquellas capacidades negativas que se
presentan ante nuestras vidas, especialmente en nuestro pasado, suelen tener
connotaciones que nos traumatizan de
“por vida”. La vida nunca ha sido un camino de rosas. Creo que esto ya lo he
dicho antes. Por eso las adversidades forman parte de la experiencia de estar
vivo, pero es necesario tolerar ese “dolor” que nos consume, aceptándolo e
incluso vivir con él. Es cierto, vivir de esa manera implica cambios y los
cambios casi siempre traen conflictos. Deberíamos reconocer que es necesario asumir
con realismo, para poder manejar de forma eficaz los cambios y los conflictos
que esas adversidades nos puedan ocasionar.
Muchos a veces
nos identificamos con un conflicto, lo magnificamos y lo convertimos en el
epicentro de nuestra vida. Todo ello nos llevará a un error, debido a que lo
estamos gestionando mal, llegando a consumir todas nuestras energías. Muchos de
nuestros problemas surgen cuando la discrepancia entra en “lo que es” y “lo que
debería ser”. No es fácil de comprender, pero todo ello nos exige determinadas
respuestas para que de alguna manera podamos eliminar esas adversidades.
Sé que me diréis
que siempre acudo a la reflexión y sobre todo a la meditación, pero desde la
serenidad que esto representa es posible que veamos las cosas con más claridad,
y así tener la seguridad de aceptarlas y tomarlas con las decisiones más
adecuadas sin dejarnos arrastrar por las emociones. En cualquier momento se nos
puede presentar una situación adversa, que puede que la veamos como una
interrupción de nuestra trayectoria vital, pero todo consiste en la posibilidad
de aceptarla para poder seguir avanzando.
Cuando
expresamos los sentimientos ya sea hablando o escribiendo, lo que estamos
haciendo es liberar esas adversidades. Pero prestemos la debida atención a que
esas experiencias “dolorosas” en realidad no encierren un sentido que, más
tarde pueda hacernos reaccionar de forma que nos perjudiquen y nos atormenten. Por
eso, cuando nuestras emociones sean demasiado negativas, podemos emplear la
escritura como medio para expresarlas, librándonos de ellas sin tener repercusiones
exteriores, y sobre todo evitando las posibles adversidades que puedan
ocasionarnos.
Cada día veremos
que nos irá fortaleciendo. Y aunque siempre se nos presenten dificultades y
adversidades, el sólo hecho de irlas superando nos ayudarán a avanzar con más
seguridad y confianza.
Meditación: Ser una pareja perfecta no significa no tener problemas, sino saber superarlos juntos.
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