lunes, 7 de enero de 2013

Desconfianza sexual.

          A esto también se le llama comúnmente “celos”. Los celos son parte de la naturaleza humana. Todos los hemos sentido en algún momento, en mayor o menos medida y con mayor o menor justificación. Para comprenderlos es necesario distinguirlos a través de las emociones y los sentimientos. Las emociones como el miedo, la  ira, la tristeza, la culpa, la alegría, etc., suelen ser intensas, pero pasajera. En cambio los sentimientos como el amor o el odio son menos intensos, pero más duraderos. Sin embargo, las pasiones como los celos, la envidia o la venganza son estados afectivos de gran intensidad y muy duraderos que pueden llegar a arrastrar a la persona.
            Los celos producen un sentimiento de malestar causado por la certeza, sospecha o temor de que la persona querida, a quien se desea en exclusiva, vuelque su afecto a otro.
            A veces se padecen celos infundados cuando se tiende a interpretar situaciones ambiguas o que escapan al control, como signo de infidelidad. Esto puede obedecer a una sensación de inseguridad motivada porque la persona no se siente valorada por su pareja, o porque percibe que ésta se está distanciando.
            Respecto a si son más celosos los hombres o las mujeres, los estudios coinciden en afirmar que ambos lo experimentan de forma parecida, si bien la forma de expresarlos es diferente. En los hombres las reacciones más frecuentes son las de ira y agresión, mientras que, en las mujeres, suelen aparecer tristeza, depresión y auto reproche.
            El primer paso para superar los celos es cortar de raíz las conductas enfocadas a controlar nuestra pareja. Si no las suprimimos, el resto del tratamiento no sirve para nada. El segundo es esforzarse por enriquecer la vida con diversiones, distracciones y actividades gratificantes. Y por último, procurar sustituir las interpretaciones catastróficas de la realidad por otras más realistas que ahorren sufrimientos.
            Como motivo para emprender este camino de superación, conviene recordar lo siguiente: “Como celosos padecemos cuatro veces, por serlo, por reprocharnos estarlo, por temer que nuestros celos hieran al otro y por dejarnos someter a una nadería.

Meditación: La mentira trae muchas consecuencias, pero la peor de todas ¡es la desconfianza!

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