jueves, 20 de diciembre de 2012

¿Por qué somos tan pasionales?

           ¿Cuántas veces hemos oídos al leer una novela, en el cine o en la propia vida? La palabra “Pasión” y, pregunto: ¿qué se te viene a la mente? ¿Consideras que es positiva o negativa? La mayoría de nosotros al oírla nos imaginamos escenas románticas de parejas enamoradas. Efectivamente, el amor es uno de los escenarios más importante de la pasión en nuestras vidas, pero no el único. Podemos sentir pasión por nuestro trabajo, por el arte, por un deporte, por un equipo o por una causa social.
            De ante manos sabemos que la pasión tiene dos caras, pues es una fuerza que tanto puede ser negativa como positiva. Incluso sabemos que podemos llevarnos a perder de vista todo lo demás y convertirse en una obsesión; pero al mismo tiempo, puede ser un motor de creatividad y dedicación, y quizás el motivo más importante para nuestra inspiración.
            Todo lo que realmente nos apasiona está en armonía con otras actividades y contextos, siempre lo puedes practicar y verás que tiene consecuencias emocionales positivas. Las pasiones obsesivas nos llevan a concentrarnos, a dar vueltas y vueltas a una idea, las cuales terminan afectándonos negativamente a nuestra capacidad para decidir.
            Cuando en la pareja uno siente una pasión armoniosa por el otro, ambos suelen sentirse satisfechos con la relación. Pero si la pasión es obsesiva, es probable que haya insatisfacciones. Por eso el tipo de pasión que alguien siente hacia una actitud también afecta a las relaciones. Por ejemplo, si alguien pasa la mayor parte del tiempo navegando por Internet, es probable que el contacto personal con los demás se empobrezca.
            Sencillamente uno de los aspectos más importante de la pasión es que puede ser el motor de un desempeño extraordinario en nuestra vida.
            Entonces podríamos decir, si tener pasiones trae tantas ventajas, vale la pena desarrollarlas. Estudiando el caso detenidamente podemos apreciar que ésta tiene tres factores involucrados, en su desarrollo.
            1º Escoger libremente, sin presiones, una actitud que nos guste. 2º La actividad debe ser algo a lo que le demos valor, o sea que consideremos que contribuya significativamente a nuestra vida, y 3º Sentirnos apoyados. Esto es especialmente necesario si se trata de relación de pareja. Una vez estudiados esto factores llegamos a la conclusión de que la pasión en nuestra vida vale la pena, puesto que es uno de los ingredientes para realizar una vida con plenitud.

Meditación: Amor y deseo son dos cosas diferentes; no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama.

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