sábado, 5 de octubre de 2019

¿Por qué no olvidamos?


Es curioso que esto suceda, pero: ¿por qué no olvidamos? Si lo observamos es digno de mención, que esto exista. Conservamos vivencias subjetivas a través de nuestra vida, que, a pesar del paso de los años, son hechos que nuestra mente no los aparta. Indudablemente son aquellos que van asociado a una experiencia emocional importante, o es posible que algo bueno dejaron grabados en nuestro interior, ya sean del carácter que fueran, aunque siempre tienen la posibilidad de ser recordados con facilidad, a pesar del paso de los años.
            Es posible que fueran recuerdos que difícilmente se sostenían, pero “pintaban muy bien” a pesar de que solo era “humo” sobre nuestras cabezas. Pero era ¡tan fácil fantasear! Que, a pesar del tiempo pasado, son imposibles de olvidar. Ni que decir tiene que siempre tuvimos momentos que hoy no quisiéramos recordar; pero apartarlos… nuestra vida no permite hacerlos desaparecer, ya que ellos formaron parte de nuestra existencia. Estas emociones participan de manera directa en nuestra mente, quedando grabadas en el recuerdo. Son de tal intensidad emocional que dichas experiencias, logran renovarse ante cualquier circunstancia, evocando enormes sentimientos.
Si lo analizamos bien, nuestras vidas están llenas verdades y engaños, suertes y desgracias, de amigos y enemigos, de alegrías y desilusiones; todo nos conduce a un cúmulo de sorpresas, que cada vez nos sorprenden más. Cuando en tus momentos de soledad, analizas tu vida, piensas que aquello pudo ser real, y quizás el comienzo de reconstruir un nuevo proyecto, que te hiciera recapacitar para poder ser capaz de emprender un nuevo camino sin dejar olvidar tu pasado.
Todo lo guardamos en distintas partes de nuestro cerebro, algo que es imposible que desaparezcan, llamados “recuerdos emocionales” Los momentos y las situaciones los elegimos nosotros, igual que las amistades. Sin embargo, las oportunidades se trabajan y se conquistan. Alguien dirá que la vida no nos da oportunidades. Lo fácil es quedarse detenido en las quejas, en el silencio, en el dolor, pero debemos reconocer que de esa manera la vida se “desangra”. Cambiar, es una decisión que debemos tomar y nunca es tarde para comenzar una nueva vida, un nuevo amor, un nuevo proyecto. Para ello tenemos que desprendernos de una parte de nosotros; sencillamente todo lo que se aferra al pasado, a lo que ya no existe, a lo que no se tiene, aunque evidentemente no se olvida.
Solo decirte mi estimado amigo, que ese pasado equivale en cierta manera a tus años vividos y “aquello”, jamás podrá ser olvidado. Puesto que tan nefasto es vivir anclado en tu pasado como renegar de esa parte de tu historia personal. Por tanto, no se trata de olvidar aquellos recuerdos, a pesar de que hoy los rechaces.
Mantén siempre tu pasado, y nunca lo olvides. Siempre puede ser un gran acto de fortaleza que te hará sentirte cómodo, alcanzando un alto nivel de autoestima, concentrándote en vivir sanamente el ahora, con la intención de proyectar de que siempre fue un hermoso y grato recuerdo.

Meditación: Querer olvidar a alguien significa pensar en él.


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