sábado, 14 de septiembre de 2019

Agradecer cosas sencillas.


          De la misma forma que la envidia nos conecta con la insatisfacción, el agradecimiento nos lleva a estar más satisfecho con nuestra vida. Así hablamos en muchas ocasiones de la necesidad de “avanzar ligeros”, es decir: de dejar a un lado esas relaciones complejas que, en lugar de traernos el equilibrio, nos traen la infelicidad.
            Pero: ¿De dónde viene ese sentimiento de crear gratitud?... El sentimiento de gratitud llega al mirar tu mundo de la mejor manera posible: con bondad, paciencia y perdón; sencillamente es un estado de agradecimiento espiritual que llega a valorar a la gente y a todas las cosas en tu vida. El sentimiento de gratitud es algo que podemos aprender y hacer crecer. Sencillamente es valorar lo que ya tenemos: Es algo difícil de entender… Cuando las cosas van bien, es muy fácil estar agradecido. Pero el verdadero agradecimiento surge cuando las cosas no van bien, y es la prueba de fuego de nuestra gratitud.
            A veces somos tan pobres en pensamientos y sentimientos que también somos pobres en gratitud y aumentamos nuestras desgracias. Las personas agradecidas lo son con todo. En primer lugar, con la propia vida, que es el primer y principal valor, y después con los demás y con las cosas. Hay quienes creen que todo lo bueno que tienen lo han conseguido solos. Por orgullo o, a veces, por simple desatención, no saben reconocer el apoyo que les dieron los demás en un momento o circunstancia determinadas.   Esas son las personas desagradecidas. Aunque parezca increíble pueden llegar al extremo de criticar o incluso hacer daño a quienes les ayudaron con la indiferencia. 
Deberíamos agradecer diariamente aquello que tenemos, y tomar cada nuevo día como un regalo, siendo esto la experiencia más rica que podamos tener. Un día más es una oportunidad más para ver los árboles, el cielo, el mar, para salir a pasear, escuchar música, habla con un amigo, etc. Ya seas una persona religiosa o no, simplemente entender la vida como un obsequio que nos otorga una actitud de agradecimiento.
            Ser agradecido tiene una trascendencia que va más allá de lo que objetivamente puede verse.  Gracias, es una palabra tan hermosa y maravillosa que es prácticamente imposible dejar de sentirla al menos un instante en nuestro día, y la verdad es que no todos tenemos idea de su poder. Ya que una persona agradecida es aquella que acepta lo que venga de tal forma que se siente coherente con sus valores sin necesidad de crearse expectativas.
A veces cerramos todas las puertas, creyendo que todo lo bueno que tenemos lo hemos conseguido solos, como anteriormente decía. Una forma de practicar el agradecimiento es hacer un la “lista” con lo bueno que hemos tenido al día, no olvidando nunca de incluir “lo más sencillo”
            Siempre pensamos en todo aquello que nos falta, pero no nos detenemos en fijarnos en lo que ya tenemos; este sentimiento puede motivarnos a ser mejores al despojarnos de esa sensación de culpabilidad y deuda que cargamos en nuestra vida. 

Meditación: Todos los días tengo algo que aprender, algo que olvidar y mucho que agradecer.

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