Todos alguna vez
hemos tenido la sensación de que aquello que presentíamos y que realmente estaba
sucediendo, no era normal, (es decir no
entraba dentro de la lógica). Incluso a través del paso del tiempo, nos
vamos convenciendo de que aquello no podía suceder o no podía ser real. A esto
le llamamos corazonadas, o presentimientos. Es decir, es una forma de
premonición; aunque no me estoy refiriendo a grandes acontecimientos, sino a
situaciones personales que nos involucran. Son esas suposiciones que vivimos y
que de alguna forma presentimos, que puedan suceder.
En general los
presentimientos son el resultado de las emociones que surgen de alguna
información vivida interiormente, y que posteriormente la comparamos con recuerdos almacenados. Sentir una corazonada
es agradable, pero te hace soñar; te permite ir más allá de los límites de la
realidad y también, de la lógica. Incluso puedes llegar a sentirte más iluso al
compás del deseo que te renueva por dentro. (En pocas palabras: te lo
crees) Siempre ese deseo te conectará por dentro de una forma clara con tu
felicidad y por supuesto con todo aquello que de verdad te importa. Seguir una
corazonada, nos muestra una actitud de valentía e ilusión.
¡Cuántas veces nos
preguntamos! ¿Podemos fiarnos de los
presentimientos? ¿Podemos seguir el consejo arrebatador del corazón, sin
hacerle caso al cerebro? Desgraciadamente no disponemos de recetas válidas. La
intuición acierta, pero también se equivoca, aunque algunas de nuestras corazonadas
son simples presentimientos sin base alguna y en algunos casos se derivan de
simples procesos mentales. Las fuerzas de las corazonadas se hacen visible en
algunas personas que, sin conocimiento, aciertan sistemáticamente en sus
opiniones y decisiones, como si dispusieran de un detector oculto de aciertos o
de un “olfato especial”.
En definitiva, los
presentimientos están íntimamente relacionadas con nuestros procesos de
carácter inconsciente. No solamente aprendemos de una forma consciente, sino de
las diversas experiencias que nos van surgiendo a lo largo de nuestra vida e
incluso ajenas, puesto que, sin darnos cuenta, van tomando buena nota. A veces
no nos podemos explicar racionalmente, pero muchas veces comprobamos, a tiempo
más tarde, que nuestras primeras impresiones fueron acertadas.
Decimos que hay
personas con más poder de premoniciones que otras, y es cierto. Efectivamente
existen personas muy observadoras poseyendo fama de tener más intuición que las
personas más cerebrales. En realidad, puede ser también que existan personas
que actúan más en consecuencia de lo que les dicta su intuición y otras que
actúan más a través de convicciones racionales
A decir verdad, el
presentimiento es un sentimiento confuso íntimamente ligado a la intuición, y
que puede advertirnos del posible fracaso de una idea, o también del
conocimiento de alguien en nuestra vida, no necesariamente ligados a
situaciones peligrosas. Un presentimiento puede llevarnos a tomar decisiones
correctas, e incluso a conocer personas
muy positivas en nuestra vida.
Meditación:
La vida no te pregunta si quieres ser fuerte, la vida te obliga a serlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario