martes, 2 de julio de 2019

Los presentimientos.


Todos alguna vez hemos tenido la sensación de que aquello que presentíamos y que realmente estaba sucediendo, no era normal, (es decir no entraba dentro de la lógica). Incluso a través del paso del tiempo, nos vamos convenciendo de que aquello no podía suceder o no podía ser real. A esto le llamamos corazonadas, o presentimientos. Es decir, es una forma de premonición; aunque no me estoy refiriendo a grandes acontecimientos, sino a situaciones personales que nos involucran. Son esas suposiciones que vivimos y que de alguna forma presentimos, que puedan suceder.
En general los presentimientos son el resultado de las emociones que surgen de alguna información vivida interiormente, y que posteriormente la comparamos con   recuerdos almacenados. Sentir una corazonada es agradable, pero te hace soñar; te permite ir más allá de los límites de la realidad y también, de la lógica. Incluso puedes llegar a sentirte más iluso al compás del deseo que te renueva por dentro. (En pocas palabras: te lo crees) Siempre ese deseo te conectará por dentro de una forma clara con tu felicidad y por supuesto con todo aquello que de verdad te importa. Seguir una corazonada, nos muestra una actitud de valentía e ilusión.
¡Cuántas veces nos preguntamos! ¿Podemos fiarnos de los presentimientos? ¿Podemos seguir el consejo arrebatador del corazón, sin hacerle caso al cerebro? Desgraciadamente no disponemos de recetas válidas. La intuición acierta, pero también se equivoca, aunque algunas de nuestras corazonadas son simples presentimientos sin base alguna y en algunos casos se derivan de simples procesos mentales. Las fuerzas de las corazonadas se hacen visible en algunas personas que, sin conocimiento, aciertan sistemáticamente en sus opiniones y decisiones, como si dispusieran de un detector oculto de aciertos o de un “olfato especial”.
En definitiva, los presentimientos están íntimamente relacionadas con nuestros procesos de carácter inconsciente. No solamente aprendemos de una forma consciente, sino de las diversas experiencias que nos van surgiendo a lo largo de nuestra vida e incluso ajenas, puesto que, sin darnos cuenta, van tomando buena nota. A veces no nos podemos explicar racionalmente, pero muchas veces comprobamos, a tiempo más tarde, que nuestras primeras impresiones fueron acertadas.
Decimos que hay personas con más poder de premoniciones que otras, y es cierto. Efectivamente existen personas muy observadoras poseyendo fama de tener más intuición que las personas más cerebrales. En realidad, puede ser también que existan personas que actúan más en consecuencia de lo que les dicta su intuición y otras que actúan más a través de convicciones racionales
A decir verdad, el presentimiento es un sentimiento confuso íntimamente ligado a la intuición, y que puede advertirnos del posible fracaso de una idea, o también del conocimiento de alguien en nuestra vida, no necesariamente ligados a situaciones peligrosas. Un presentimiento puede llevarnos a tomar decisiones correctas, e incluso a conocer personas muy positivas en nuestra vida.

Meditación: La vida no te pregunta si quieres ser fuerte, la vida te obliga a serlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario