sábado, 20 de julio de 2019

El poder de una sonrisa.


Aunque nos parezca una simpleza, deberíamos tener en cuenta que el simple hecho de sonreír, ya nos pone de buen humor, consideremos que cuando nuestro cerebro está contento, manda sonreír al rostro. Es la mejor manera de estar en el mundo y a veces cuando pensamos en alguien sonreímos, aunque sepa que posiblemente ni siquiera esté pensando en mí. Así nos adaptamos a las situaciones que la vida nos presenta para no estar permanentemente en rebeldía.
Sonreír no sólo es bueno para nosotros mismos, sino también para la gente que nos rodea, ya que produce el denominado "efecto espejo". Si nosotros le sonreímos a una persona, con casi total probabilidad, esta persona te devolverá la sonrisa. No cabe duda que la sonrisa de otro, también nos hace sentirnos mejor.
El simple gesto de sonreír ya produce un cambio. Por eso, cuando alguien está pasando por un mal momento, es beneficioso hacer que sonría. Así la sonrisa no es solo una prueba de que somos felices, puesto que sonreír con dulzura ante los demás, también mejora nuestro humor. Aunque a veces, ¿cuántas veces nuestro interior está tremendamente triste y sin embargo afloramos ante los demás un rostro sonriente?  Dibujar una sonrisa entre nuestros labios, siempre mejora nuestro humor, haciendo que los demás se nos acerquen con más amabilidad. Pensemos que una sonrisa no nos cuesta nada en términos de dinero, tiempo o esfuerzo, pero es verdad que literalmente puede tener extremada importancia en nuestra propia vida. Un comentario gracioso, una expresión o un simple juego de palabras en un momento determinado puede ayudar mucho mejorar el ambiente que nos rodea y hacernos sentir bien. Escucha a los demás y adopta una postura que facilite siempre un ambiente distendido.
El sentirse de buen humor, es también un acto de resistencia; si carecemos de esa posibilidad nos sentiremos oprimidos, notando una imposibilidad de soportar el día Si lo comprobamos, todos somos más felices cuando estamos con alguien que nos sonríe. La risa es altamente contagiosa, por eso deberíamos estar siempre dispuestos a practicarla, así nos encontraríamos con mejor humor y al mismo tiempo estaríamos más “sanos” emocionalmente. Cuando nos reímos sentimos una sensación de regocijo que siempre suele terminar con estridentes carcajadas, que fortalecen el corazón y sobre todo relaja nuestra mente. La risa posee un poder contagioso, es bueno comenzar el día, con una sonrisa a la naturaleza y así sentiremos que todo parte mejor y posiblemente nuestras ideas puedan quedar más claras.
Es frecuente que nos encontremos con un amigo que no está pasando por su mejor momento; y al preguntarle: ¿cómo estás?, posiblemente nos diga “bien”, mientras que a través de su rostro nos dibuje una leve sonrisa. Sin embargo, tú sabes que se encuentra mal, que tiene problemas y que por su mente rondan muchas preocupaciones.
El sentirse de buen humor, es también un acto de resistencia; si carecemos de esa posibilidad nos sentiremos oprimidos, notando una imposibilidad de soportar el día. Así mis estimados amigos: sonreír para borrar y olvidar lo que nos duele, es la mejor forma de avanzar en esta tormentosa vida.

Meditación: No existe mejor pregunta que una mirada, ni mejor respuesta que una sonrisa.

2 comentarios:

  1. Desde luego que sonreir da vida. Esta reflexión es una maravilla, deberíamos hacerte caso y seguir los pasos de este texto tan importante que nos has regalado. De nuevo gracias Sevillano.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario.- Cordiales saludos

    ResponderEliminar