martes, 11 de agosto de 2015

La felicidad como meta.

          Cuando vivimos en una sociedad la cual parece que va destinada al desastre; cuando vemos que todo a nuestro alrededor se derrumba, cuando la negatividad ocupa nuestra vida y no encontramos salida. Cómo es posible pensar en la felicidad como meta
           Aunque todos queremos ser felices. De eso no hay duda. Pero, ¿cómo hacer para que brote en nuestro interior? Son muy pocas las personas que se plantean firmemente serlo como un objetivo real en la vida. Por supuesto, no es nada fácil. Sobre todo en estos momentos en que las palabras crisis, paro, recesión aparecen una y otra vez en los medios de comunicación, parece extraño que, una persona hoy por hoy, pueda ser feliz.
             Aunque a veces es cierto comprobar que, con muy poco nos conformamos. Dos son los elementos que debemos señalar como primordiales para encontrar ese estado de felicidad que tanto añoramos. Estos son la familia y los amigos; y es que las relaciones sociales son los elementos fundamentales para conseguir ese estado de bienestar. 
             Hay quienes entienden que son los sentimientos lo que generan ciertos estímulos externos, para alcanzar una determinada posición social, conseguir un puesto de trabajo, etc. Todo vendría a ser como el resultado de sumar todos los elementos de placer. Pero cuántas veces el objetivo no está en hallar, sino en  dejar atrás algunas cosas, puesto que la mayoría de las veces los problemas surgen de nuestra manera de enfrentarnos a ellos, no de los hechos en realidad.
              Por otro lado están los que la consiguen como una disponibilidad de la mente. En mayor o en menos medida, todos sufrimos bloqueos emocionales. El simple hecho de vivir nos lleva a experimentar situaciones que si en el día a día hacen brotar en nosotros emociones, y si no somos capaces de gestionarlas mentalmente, posiblemente nos conducirá a la imposibilidad de realizar un proceso de desarrollo personal incluyendo el de ser plenamente feliz.
             Todos conocemos el que dijo que “el ser humano es él y sus circunstancias”. Pero realmente no es así cuando se abren los ojos. Las circunstancias no hacen al ser humano, por lo menos no en su totalidad. A estas alturas el progresivo acercamiento del hombre hacia la felicidad, ya muchos nos hemos dado cuenta de que lo que puede influir en nosotros no son tanto las circunstancias sino como nosotros las vivimos y como la procesamos.
             Tengamos en cuenta que nos formamos de una realidad energética, en la que nuestras experiencias son un reflejo de nosotros mismos. Por tanto si no te gusta cómo eres y te aborreces, tampoco te gustarán los demás y a ellos difícilmente les gustará tú.
              Es obvio y fácil de entender que es primordial, sentirse bien con uno mismo. Ello te hará pensar y hablar positivamente de ti mismo, ser optimista centrándote en las soluciones y no en los problemas que nos rodean, para sentirnos satisfechos y celebrar lo que hacemos, con el consentimiento de que lo vamos a hacer bien.
               Cualquiera puede encontrar motivos para ser feliz y dichoso, como para ser desgraciado. Sólo está en saber elegir correctamente el tipo de pensamiento que te ocupe tu bienestar. Esto es por tanto, una decisión personal, que consiste en sentirla cada día, aprovechando y disfrutando al máximo simplemente lo que tienes.

            Meditación: Sonríe cuando estés triste porque más vale una triste sonrisa que la tristeza de no volver a sonreír.

2 comentarios:

  1. Buenas tardes:
    Tras un tiempo inactivo, me reincorporo al blog.
    Creo que esto de la felicidad tiene que ver con varios factores, muchos de los cuales están señalados en la entrada.
    Personalmente, creo que uno de los fundamentales está en la capacidad de poner nuestras capacidades y dones al servicio de los demás, sobre todo en aquellas actividades que no tengan un carácter puramente retributiva. Suele decirse que se es más feliz dando que recibiendo y, en distintas etapas de mi vida, experimento que es real pues, de una forma u otra, uno se siente copartícipe de lo creado, ya que se puede inyectar dosis de vida en realidades complejas de personas cercanas o muy lejanas.
    Un abrazo.

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  2. Nunca dejaré de agradecerle sus comentarios, los cuales son de sumo interés para mí, debido a que siempre trato de obtener conclusiones positivas de cualquier comentario por muy breves que sean. Gracias por incorporarse de nuevo y perder un poco de su precioso tiempo para dedicarlo a la lectura de mis pequeños artículos. Debo reconocer que Ud. siempre procura de enjuiciar muy acertadamente su criterio, aunque desde un punto de vista muy personal. Observo que su experiencia y conocimiento, hacen que llegue a un análisis bien formado tratando de dar siempre una respuesta oportuna y acertada en cada caso. No obstante, aprovecho la ocasión para decirle que es posible que Ud. no haya leído el contenido de los más de 400 artículos que ya he publicado, desde el año 2011. En referencia a su comentario actual, le agradecería que leyera los siguientes títulos: “El agradecimiento” (23-12-2012), “Empeñarnos en ser felices” (25-06-2013) y “La satisfacción de dar” (10-03-2015). Casi siempre mis pequeños artículos van dirigidos en todas sus facetas a estos tres conceptos; La amistad, el amor y la felicidad, puesto que creo que son los suficientemente importantes para el desarrollo del ser humano.
    Mi más profundo agradecimiento personal, acompañado de un cordial saludo.-

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