viernes, 14 de junio de 2019

Es hermoso que te recuerden.


La solución en nuestras vidas está en remediar los problemas que nosotros mismos nos planteamos, a través de nuestras relaciones personales y, en cómo la vamos desarrollando. No cabe duda que somos el resultado de cómo la vivimos y la afrontamos en cada momento. Vivir hoy es como ir a la escuela, cada uno de los acontecimientos que vivimos son lecciones que tenemos que estudiar teniendo el convencimiento interno de que el caminar por la vida es una acumulación constante de conocimientos, puestos que las dificultades nos aparecen como lecciones que hemos de aprender. Aunque a veces no nos detenemos a pensar que; “por la vida solo pasamos una sola vez”
Desgraciadamente vivimos inmersos en la época de las prisas, donde todo lo necesitamos con urgencia y tenemos escasas oportunidades para profundizar en todo lo que nos rodea. Es la época de la tecnología, de la informática, de la comunicación, etc. pero a pesar de todo no logramos comunicarnos de forma adecuada, debido a que no le dedicamos espacio para el diálogo; diciendo siempre: “todo está informatizado” y con eso creemos elevado nuestro nivel de competitividad, haciéndonos ver nuestro nivel de exigencias. Sin embargo… a pesar de todo esto, nos sentimos esclavos de nuestros recuerdos, y nos hacemos dueños de nuestro tiempo. Cuando es cierto que a través de nuestro entorno se nos ofrece unas condiciones idóneas para poder alcanzar una serenidad estable, y sin embargo es muy probable que dicha serenidad deba depender más de nosotros mismos que de los estímulos externos.
Haciendo alusión al título de este artículo, me pregunto: ¿cómo es posible que aún me recuerden? Hay personas que no tenemos ocasión de mostrarle nuestros sentimientos, aunque estamos llenos de ellos; sufrimos en silencio, amamos con recuerdos, y hablamos con sonrisas. La gratitud nos permite ganar confianza cuando parece que no tenemos a nadie, a pesar que nos da la enorme tranquilidad, sólo pensar que; ¿cuántas personas tenemos en nuestra vida a pesar de creernos solos?
Cuantas veces necesitamos escuchar un “te aprecio”, un “eres importante para mí” o unas “gracias por ser como eres”. Saber lo que significamos para alguien no es ningún acto de debilidad. Escuchar que te digan: “siempre te recordaré”, es algo maravilloso. Por eso pienso que los mejores regalos de la vida no son las cosas, ¡sino los detalles!
Cuando me pregunto; ¿Por qué me encuentro así? ¿Por qué, en esta situación? Es entonces cuando reflexiono sobre cómo he utilizado los dones y talentos. Debería analizar realmente los méritos que he hecho en función del aprovechamiento de dichos dones.   Todos sobrellevamos sobre nuestras espaldas un cargamento de emociones positivas y negativas. Algunas de estas emociones son la frustración, el sentimiento de culpa, las penas, el dolor, el desprecio, el olvido, etc. No sé cómo terminará mi vida, pero te aseguro que en “las páginas de mi libro” nunca leerás “me di por vencido”
No importa lo que digan, sino la forma en que consigan demostrarlo. Si no me creen, piensas cuáles son las cosas que para ti son más importantes. Seguro que coincidirás conmigo en que la palabra es un verdadero acto de talento. Por eso decimos, que las palabras te abren muchas puertas, pero el talento, te las mantienen abiertas. Para terminar, sólo os diré mis estimados amigos: “si aún te recuerdan, algo bueno dejaste”

Meditación: El tiempo no olvida lo que el corazón recuerda.


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