lunes, 5 de septiembre de 2016

La importancia de tu vida.

            Muchos me diréis. ¿Mi vida importante? No lo creo. Aunque no lo creamos, nuestra vida está llena de valores. Te equivocaste muchas veces, no te preocupes seguro que aprendiste muchos de esos errores. Piensas detenidamente e intentas hacer un recorrido a través de ella, seguro que encontrarás “cosas” maravillosas. Por ejemplo: ¿amaste alguna vez? ¿Te amaron en algún momento? Aunque fuera por poco tiempo, ya puedes considerar tu vida de una tremenda importancia. Piensas que amar es una de las cosas más importante de nuestra vida, puesto que sin amor la vida carece de importancia. Otros dirán que nunca fueron felices, pero pensemos que todos no somos igualmente de entusiastas cuando estamos felices.
            Cuantas veces la felicidad se manifiesta en determinadas personas, sólo a través de un breve estado de satisfacción y de cierta contención emocional.   Debemos darnos cuentas de revisar nuestro concepto de felicidad a lo largo de nuestra vida, puede ser lo suficientemente relevante e importancia, y reconocer que la única felicidad posible se la debemos solo y exclusivamente a saber afrontar la realidad. Si durante nuestra vida y aunque a través de pequeños momentos de tu existencia has conseguido esos logros de felicidad, ya puedes considerar que tu vida ha sido importante.
           A veces para percibir esos pequeños momentos debemos tener las cosas muy claras y tener muy claro lo que de verdad deseamos. Cuando las cosas se sienten de verdad es porque se desean fuertemente, y ya de por sí contienen un una gran dosis de importancia. Nunca le quites importancia a tu vida por muy efímera que sea, considerando que nada tiene sentido, intentas darle sentido a todo lo que haces, aunque es posible que te salga mal, pero no dejes de intentarlo de nuevo.
            Cuantas veces sentimos la imperiosa necesidad de querer a alguien que no nos quiere en algún momento; todo eso demuestra la capacidad que tenemos y la enorme importancia de nuestras vidas, para terminar diciendo: “por mí no ha sido, yo puse todo mi empeño en valorar la importancia de las cosas” Incluso nos apartamos de aquellas situaciones, creyendo que nuestra vida ya no le importa a nadie, llegando a dolernos a nosotros mismos, cuando en verdad no nos duele nada, sólo es un considerado desprecio generado ante la creencia de que para ellos, nuestra vida carece de importancia.
             Esa rutina a la que estuvimos acostumbrados son las que nos personalizan y a las que debemos toda la importancia que tienen. En el fondo, cuando conocemos a alguien y nos acordamos de él, es posible que ya no esté, o haya muerto, pero solo su recuerdo te dará un enorme valor a tu vida. Es cierto que esos, son los momentos que debemos salvar para no decaer y hacer de esas situaciones por muy pequeñas que sean, que tuvimos a lo largo de nuestra vida, un gran reconocimiento, a través del cual no deberíamos desvalorizar nuestra vida.
            Todos esos “placeres” por llamarlos de alguna manera, es posible que hubiesen durados muy poco tiempo, pero haciendo un cómputo de todos ellos, harán que nuestras vidas merezcan toda la importancia que se merece, a pesar que la consideremos hoy de un insignificante valor
 
Meditación: El mayor fallo que puedes cometer en la vida es el error de no intentarlo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario