miércoles, 28 de septiembre de 2016

Cinco años de reflexiones.

           Cumplir un años más en cualquier aspecto de nuestra vida, siempre es digno de  gran satisfacción. Es señal de constancia, voluntad, tesón, etc., y por qué no decirlo ganas de vivir, y al mismo tiempo desear con anhelos que algún día se cumpla aquello que tanto deseamos. Aunque los destinos por mucho que queramos que pasen los años, a veces no llegan a cumplirse. Nunca entenderemos “por qué”, aunque si os deseo que nunca perdamos la esperanza. Siempre nos sentiremos colmados de frustraciones y de culpas. Y no exclusivamente por haber hecho mal las cosas, sino;  porque. ¿Cuántas veces el ser humano es incomprendido? Tampoco es cuestión de resignarse, ni de castigarse, ni siquiera de compadecerse de uno mismo, como si fuéramos víctima de una injusticia cometida.
              Escribir “cosas” sólo es cuestión de plasmar aquellas vivencias que hemos pasado a través de nuestra vida. Esos momentos posiblemente a muchos se nos presentaron en formas de fantasías, o en formas de ilusión,  pero hoy solo nos interesa  dejarlas pasar, sin tener en cuenta que la vida nos lleva un “libro de registro” en el cual queda todo anotado, a pesar de que todo nuestro interés es olvidar, pero desgraciadamente eso no sucede, puesto que ya sean malas o buenas, siempre las tendremos en nuestro subconsciente, y en cualquier momento las recordamos. Algunas de estas “cosas” son producidas por el resentimiento de alguna ofensa personal, (a  veces imaginaria), pero ahí están, otras con bellísimas palabras, que por circunstancias se pronunciaron, aún sin saber “porqué” ¡pero se dijeron! Entonces: ¿por qué olvidarlas? Ante esto, lo mejor es dejarlas escritas, aunque sean de forma “subliminal”
              Escribir durante 5 años de forma continuada, no es nada fácil, hay que estar dotado, como decía al principio, de una gran constancia, de una fuerte voluntad y sobre todo, ganas de decir las “cosas” al menos tal como uno las ve.  Es posible que algunos no estéis de acuerdo conmigo, de mis criterios personales, de mi forma de expresarme o porque no decirlo, también puedo estar equivocado al exponer mis reflexiones. Siempre estaré dispuesto a pedir las más sinceras disculpas, si en algo me equivoqué.
               Siempre he dicho que la vida, sólo tiene un final que, afortunadamente, no conocemos, por tanto vivimos del pasado y lo importante es dejar una pequeña huella de cómo somos. El “oficio” de vivir es una tarea tremendamente difícil, pudiéndola considerar como realquilados por un tiempo, y deberíamos aferrarnos a ser cada día mejor persona, siendo así, es la única razón por la que merece la pena vivir.
              El verdadero hábito de escribir surge de la idealización de nuestros propios sentimientos, los cuales deseamos revivir, sólo es necesario profundizar en general en la vida, e ir tratando de plasmar aquellos acontecimientos que por su belleza o por su fatalidad se nos presentaron. Sólo deciros que haber llegado hasta aquí, no ha sido tarea fácil, es simplemente haber conseguido cumplir con aquello  que me impuse, sólo por afición. Pero eso, me pertenece como una credencial, y de que todos somos capaces de realizar aquello que nos proponemos.
             Cuando se realiza algo, siempre se tiene un fin, un motivo, una razón, etc., ¡no lo sé! Pero así es. Lo realizamos con tesón, con paciencia, sin precipitarnos y sin temor al tiempo, pensando que con el paso de los días, los meses, e incluso los años pueda llegar a consumarse nuestra idealización.  En la vida es de buen hacer, utilizar las formas los estilos, los análisis, las reflexiones, pero siempre con el debido respeto. He pretendido dejarlo aquí, y terminar con mis reflexiones escribiendo éste artículo como despedida al cumplirse este 5º aniversario.
          ¿Volver? ¡Ahora mismo no lo sé! Hoy es difícil deciros si continuaré. Son muchos los acontecimientos que se han producido en mi vida privada y, si añadimos las continuas decepciones que durante este tiempo he sufrido hacen que las esperanzas en estos momentos de retornar no alcancen una nueva ilusión para comenzar un nuevo ciclo, al menos por ahora.
           Aunque reconozco que no debo encerrarme en un “no” rotundo, puesto que opinar hoy puede ser fácil, pero las cosas no se perciben igual pensando en lo que “mañana” pueda suceder. Emprender un nuevo proyecto de doce meses más escribiendo es todo una temeridad, lo cual, os lo puedo asegurar, pero a través de estos últimos renglones, desearía daros las gracias a todas aquellas miles de persona que me leyeron.

 Meditación: Las decepciones no matan… ¡Pero enseñan!, aunque siempre  dejan cicatrices.


 

                     
 

2 comentarios:

  1. Buenas noches:
    Creo que cada uno tiene un bagaje en su mochila y, es de admirar que haya usado este blog para compartir vivencias y los sentimientos y reflexiones que ellas han ido suscitando. Me resulta digno de admirar pues comparto poco en las redes sociales. Evidentemente, cada uno tiene su forma de pensar, de hacer, de querer, su enfoque de la vida que, a la luz de los hechos, nadie puede estar en condiciones de juzgar. Considero que sólo nos queda estar cerca, acompañar y tender la mano cuando sea posible, eso sí, desde el máximo respeto. En este tiempo, iré leyendo las últimas entradas del blog y las comentaré. Un abrazo.

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  2. Aunque te parezca mentira, he sufrido muchas decepciones durante todo el tiempo que he pretendido exponer mis razonamientos, (aunque reconozco que he podido estar equivocado). Quizás el próximo año inicie un nuevo periodo de reflexiones.- Saludos

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