miércoles, 26 de febrero de 2014

¿Por qué las amistades desaparecen?

           Realmente, ¡no lo sé! Pero es cierto. Desgraciadamente estamos en la época de ”usar y tirar” ¡Lamentable es así! Con el tiempo aprendimos que lo importante es el dinero, el éxito social y sobre todo la satisfacción personal. ¡Si no te puede proporcionar aquello que deseas; para qué mantenerlo! Aunque si lo analizan bien, no son tus amigos los que cambian, eres tú e inconscientemente el que estás rechazando aquellos amigos que no se atienen a tus prioridades.
              Que bien se ajusta aquello de: “tanto tienes tanto vales” o sí “como no me aportas nada, te rechazo” Estamos en la representación opuesta a la construcción de una verdadera amistad. Según ella, si la “verdadera” amistad nos parece tan difícil de mantener es porque la verdad, no es ya una búsqueda dominante. En la era de la ilusión, y de las apariencias: ¿quién se preocupaba en aquel tiempo de buscar una razón auténtica? Nos dominaba el apasionamiento y el interés personal.
            Así vivimos en un entorno dominado por la precaución, en el que todos buscamos protegernos y satisfacernos personalmente, sin preocuparnos si causamos el más mínimo daño afectivo.  La amistad es uno de los valores más importantes, quizás aquel amigo de años, se ganó tu confianza, tú afecto y tú respeto. Siempre es el que está en el momento que lo necesites, que te escuche y te recuerda, ya que la amistad es una palabra muy grande que tiene que emplearse con responsabilidad y madurez.
           Me sorprende cuando observo, sobre todo en Facebook, cuando hay usuarios que presumen de tener miles de amigos; enseguida acude a mí lo siguiente: ¿son esos de verdad tus amigos? Si es posible que a muchos ni le conozca personalmente y si has hablado con alguno de ellos, es simplemente un simple comentario rutinario?
          La amistad hoy es muy fácil de decir: -soy amigo de. o – seré siempre tu amigo, para lo bueno y para lo malo, aunque sólo con los hechos se demuestra quien es verdaderamente amigo tuyo. Hay gente que necesitan decir amigo a quien verdaderamente lo siente momo tal, pero luego están los que nunca te lo dicen aunque no hace falta que te lo digan pues son los hechos lo que lo demuestran.
          Sí, aunque os parezca mentira, duele ver como un amigo que te prometió ser amigo para siempre, deja de serlo, al menos sin motivo aparente, y decimos: “la vida es así” No, no lo creo, la vida no impide nada que tú no quieras cambiar.
          Un profundo sentimiento de amistad, activa áreas muy particulares, generalmente en el cerebro, que secretan una colaboración de intercambios y sobretodo el reconocimiento del otro. Ese apoyo emocional es el que conlleva toda amistad y una alegría compartida. Tener amigos nos sirve de refugio donde, en caso de necesidad, podemos encontrar ayuda y consuelo sin tener que dar nada a cambio. La amistad no es posesión, ni exigencias, ni obligaciones sino sinceridad y apoyo mutuo.
          Nadie sabe lo que un verdadero amigo representa cuando la vida nos ha puesto en una situación verdaderamente angustiosa.  

Meditación: El auténtico valor de la amistad se deriva de lo difícil que es conseguirla y mantenerla.

 

sábado, 22 de febrero de 2014

Con la edad, ¿qué nos pasa?

            Si, el título reconozco que es un poco complejo, puesto que no refiero a que, como parece decir nos torcemos, (aunque algo sí), es sencillamente que cedemos ante la edad que nos precede. Hasta nos acomplejamos. El “viejo” ha sido en el mundo rural una verdadera institución. Encarnaba ese conocimiento acumulado durante generaciones que se tardaba toda una vida en transmitir y resultaba crucial para vivir en sintonía con la naturaleza y es entonces cuando se llegaba a comprender muchas situaciones.
           No es tan sencillo entender a una persona “entrada en años”, puesto que existen diversas maneras de ver y comprenderla. Por lo tanto es muy importante revisar los tipos de edades que pueden existir en el ser humano. Vivimos en una sociedad en la que los valores tradicionales, se están cambiando sobre todo por dos cuestiones en alza, la juventud y la belleza. Todas la personas “sentimos la necesidad” de ser importantes y valoradas por las que nos rodean.
            Esto aunque parezca raro, puede suceder. Verán; todo puede empezar que un determinado día vayas por la calle y de repente una de las personas joven que por “allí” transitan, pueda preguntarte; “Señora; ¿me puede decir la hora que tiene usted?” A partir de ese momento tu interior sufre una crisis de identidad, al pensar, que no habías asumido que irremediablemente te estabas haciendo mayor, y con toda normalidad así lo veían los demás. Con esta simple cuestión, se te abren los ojos, y empiezas a pensar: si me ha dicho señora, es que me identifica como una persona muy mayor. Pues nada de eso es cierto; sólo y exclusivamente es una forma de respeto a la madurez.
            Debo reconocer que la vejez, no está de moda, no suele salir en las novelas, en las películas, tampoco están en los anuncios ni en las revistas… vivimos en una sociedad capitalista que se alimenta en buena medida del deseo de los consumidores de permanecer eternamente jóvenes; gimnasios, cremas, liposucciones, intervenciones quirúrgicas, modas, maquillajes, “mechas”, tintes… son sólo unos cuantos ejemplos de un largo etcétera.
             Hace muy poco tiempo tuve la ocasión de ver un vídeo de una señora, la cual hoy ya ha sobrepasado la edad de 60 años. Quedé profundamente sorprendido al hacer unas simples comparaciones. Debo decir que esa señora en el vídeo del cual os hablo, tenía entonces 25 años. ¡Cuál fue mi sorpresa al comprobar que nada había cambiado a pesar de haber transcurrido más de 30 años. Su peinado y forma de llevar el pelo, igual que hoy. Sus complementos, exactamente igual. Su forma de vestir (informal), también igual que hoy. Son esas personas que se le pregunta: ¿tú te podrías “esto”? Por ejemplo un traje largo de fiesta, y nos responden “Yo jamás me pondría eso”
            Se que muchos me preguntarán ¿y su rostro? Pues debo decirles que aquella chica de 25 años, era realmente bonita y hoy actualmente sigue siéndolo. Y digo “bonita”, porque siempre la califiqué así. Si algún día escribo algo sobre “el rostro de la mujer”, puede que  os explique (siempre a mi forma de entender) la diferencia que existe al calificar a una mujer entre: guapa, bella, atractiva, bonita, graciosa, resultona, etc. Son definiciones completamente distintas, aunque sé que muchos de Uds. me dirán: todo depende “con los ojos que se las mire”

               Meditación: El mejor cosmético para estar bonita es la felicidad.

miércoles, 19 de febrero de 2014

La pasión es cosa de dos.

           La evolución humana no ha creado a hombres y mujeres para que cada dos segundos cambien de pareja, como actualmente sucede. La supervivencia de la especie se basaba hace miles de años es procrear y mantener la familia unida. Pero la fatiga, la rutina, el peso de los años o de los conflictos, hace que ya nadie pueda ignorar que algunas de estas causas están dando el origen a la disminución del mantenimiento conyugal. Sin embargo frente al deseo que se ausenta, hay ciertas preguntas que nos inquietan. ¿Es ese el principio del fin? ¿Cómo volver a tener ganas? etc.
             Ante esta situación, no debemos dramatizar. El deseo no siempre sigue una línea descendente, sino que va y viene con mayor o menor intensidad, según nuestros momentos vitales. Siempre hemos de considerar lo que el amor y la pasión conllevan. El amor nace del sentimiento por otro ser humano y querer pasar el tiempo con esa persona, cuando más mejor, para al mismo tiempo sentirnos apoyados y queridos.
            Sin embargo en épocas difíciles, es posible que ese deseo aumente o disminuya, como forma de relajarnos a modo de mayor conexión con nuestra pareja, siendo esto una recarga de vitalidad para luego afrontar los problemas.
            Reconozcamos que a veces ese deseo, no es un sentimiento, como el amor; éste es más una aspiración o simplemente una tendencia. El amor y el deseo no siempre buscan lo mismo, ya que el deseo procura la satisfacción, mientras que el amor privilegia la unión, el vínculo con el otro, considerado como “persona total”
            El deseo en cambio, tiene marcada preferencia por objetos parciales; una parte del cuerpo que es sobreestimada, una mirada, un roce, etc. En este caso, vale más por lo que guarda que por lo que muestra.
            Los conflictos surgen cuando vemos el sexo más como una prueba a superar con unas altas expectativas, que como un momento de placer compartido. Siempre en estos casos la comunicación es fundamental, cuando notemos algún malestar en nuestra actividad sexual, en estos casos siempre es recomendable comentarlos sin tabúes ni miedos. Como en casi todos los conflictos, la falta de deseo suele ser cosa de dos. Culpar al otro o a las circunstancias sin preguntarnos qué podemos hacer para que las cosas cambien es una manera de prologar la situación, puesto que todo debe girar en la comprensión mutua.
            Por tanto no se trata tan sólo de ser especialmente cariñoso con el otro, sino, sobre todo, de que exista un entendimiento profundo entre los dos. Trabajar la comprensión mutua, por una relación de cooperación estable, es fundamental para que la relación no decaiga.
            Sin embargo, cuando hablamos de pasión no nos referimos a un deseo o un amor muy intenso; eso es otra cosa, pues la pasión convierte al objeto del deseo en una necesidad y al amor en una locura pasional.
            La descarga total de esa tensión supone la abolición de todo límite, de toda medida y la absoluta disolución del sujeto, convirtiéndose en una vorágine que arrasa con todos los obstáculos morales y sociales.

              Meditación: Es importante tener pasión, pero no volver a cometer el mismo error…

 

Zapateado - P. Sarasate (Simone Porter)




Meditación: Los deseos se cumplen, pero si los deseas.

sábado, 15 de febrero de 2014

Conocer la verdad.

            A lo largo de nuestra vida, cuántas veces nos encontramos ante una encrucijada, parece como si sospecháramos algo. Hay en nuestro interior algo que nos dice, que un determinado hecho no es tal cual suponemos. Ante tal situación, ¿deseamos enfrentar las cosas tal como son? O es mejor hacer oídos sordos y dejar las cosas como están y seguir adelante. Lo que exista fuera de la mente y no responda a nuestra lógica y medios de percepción no debería existir para nosotros, ya que no podemos percibirlos.          Parece que si uno desconociera lo que realmente está sucediendo, le quitamos validez, o mejor aún, ¡directamente no existe! Por ejemplo, hay gente que prefiere no hacerse estudios médicos para no saber si sufre de alguna dolencia, o elige no indagar y así no descubrir si su pareja le es fiel o no.
             En realidad el problema de la verdad no es nuevo. Siempre se han planteado dificultades acerca de la objetividad de la verdad, tomando siempre ocasiones sobre la disparidad de las cosas que existen en las diferentes sociedades e incluso dentro de nuestra sociedad, y de los cambios que se dan, sobre las opiniones y creencias en determinados momentos.
             De esta manera nos podríamos preguntar: ¿cómo saber si una persona miente? No sólo el cuerpo muestra señales de una mentira sino también nuestro rostro. Si deseas saber si esa persona te está diciendo la verdad, analiza la duración de sus gestos y emociones, podrás observar que son anómalas y de forma tardía.
             Los gestos y sus expresiones tampoco concuerdan. Si una persona te dice que te quiere pero está mostrando una cara de indiferencia, es obvio que lo que está diciendo, no es lo que realmente siente.
             En verdad es un deber personal y sobre todo de los que tienen influencia, el abrir puertas y medias para que la gente tome la decisión más acertada de acuerdo a sus propias necesidades. Nadie nos va a imponer la verdad, nos va a proponer una alternativa.
             Debo reconocer que no estoy imponiendo nada, sino que mi forma de ver las cosas, implica simplemente una aceptación al derecho a la verdad.
             En verdad es que las medias palabras existen para decir lo que las “enteras” no pueden. En las conjeturas que he venido diciendo, los intentos de formalizar la verdad no tienen otra consistencia que el simple producto de su formación en el inconsciente.
             Allí nos lleva sus síntomas, sus sueños, sus lapsus, etc., dejándonos anclados en la historia de nuestra vida y en el porvenir de sus fantasmas.
           
Meditación: Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado.

 

miércoles, 12 de febrero de 2014

Los abusos de las nuevas tecnologías.

            Debemos reconocer que Internet posee cualidades específicas que contribuyen a potenciar su adicción, entre ellas las relacionadas con la velocidad, accesibilidad e intensidad de información, junto con la amplia oferta de servicios disponibles.
            Tenemos que reducir el tiempo que dedicamos a las pantallas ¡y vivir! A esto se añade otra característica fundamental, que es “el anonimato” sin olvidar que la disponibilidad es otro factor de riesgo, sobre todo en grupos de jóvenes. Otras de las consecuencias de estos abusos son la media de tiempo que los jóvenes pasan delante de la pantalla (televisión, ordenadores, tabletas, móviles, etc.), y casi siempre es un consumo de tiempo innecesario, plasmado casi siempre en consumo de sexo, violencia, etc., en resumen, de valores existenciales problemáticos.
           Si consideramos el tiempo diario dedicado a las principales “nuevas tecnologías” al menos en España, y en el sector de jóvenes y adolescentes, es muy probable que superen las seis horas diarias, es decir, la cuarta parte de su tiempo.
             No hay que olvidar que nos han sido impuesta, no propuestas, por medio de estrategias de márketing, que nos han puesto en una relación de deseo; “Yo también lo necesito” y de sumisión, “No puedo vivir sin él” Las pantallas han invadido la totalidad de nuestras vidas y mantenemos con ellas una relación adictiva: consultamos el e-mail constantemente, no salimos nunca sin el móvil, estamos perdidos sin el GPS.
             En cuestión nos dirigen y nos dominan. Una simple pregunta puede poner de manifiesto nuestras prioridades. Si tú móvil vibra mientras estás con alguien, ¿a quién priorizas: al humano que tienes frente a ti o al que está detrás de la máquina?
             Por otro lado, la adolescencia constituye una etapa del ciclo vital en la que predominan los cambios, la confusión; en una palabra, dónde se consolidan la identidad personal. En esta etapa es frecuente encontrar consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias, que en ocasiones pueden representar una forma de atenuar la ansiedad.
             Nos hace falta retroceder, las tecnologías son una forma de progreso. Pero hoy sabemos que el progreso tiene también una parte de sombra.
            Si. Estamos convencidos de que todo ello contribuye a la agudeza de una nueva mirada al mundo. Pero sin llegar tan lejos, es urgente establecer las reglas del buen uso de las nuevas tecnologías.
            Reducir el tiempo que dedicamos a las pantallas ¡y vivir! Multipliquemos los instantes de no-acción, de no-pantalla; reencontremos el gusto por la calma, la lentitud y la reflexión. Cuando nos resistamos a esa tentación y meditemos pausadamente, es entonces cuando estamos realmente en lo esencial y encontraremos el vínculo con nosotros mismos.
 
Meditación: La tecnología no es en sí el fin, sino el medio entre la sociedad del conocimiento y el desarrollo mundial.
 


 

sábado, 8 de febrero de 2014

¡Sí, todavía me sorprendo!

            Se dice; quien se sorprende no es indiferente: quien no conoce la sorpresa está cerrado al mundo, a la humanidad, a la existencia. Eso hace que sea imposible cualquier conexión con ellos. Han pasados muchos días y muchos años desde mi nacimiento, cada día me levanto con el convencimiento de que la vida es bonita, sin importarme muchas de las cosas que puedan suceder a mí alrededor, pero desgraciadamente, aún hay cosas que me sorprenden profundamente.
            Esta vida que me ha tocado vivir, me enseñó que todo llega, tanto lo bueno, como lo malo, pero siempre a costa de un gran sacrificio, y esto es lo que me hace valorar las pocas cosas que tengo, Y aún, sabiendo que siempre mi vida ha sido así, todavía hay veces que ésta me sorprende.
             Una puesta de sol, el brote de una pequeña plata, la risa de un niño, la reconciliación de una amiga, etc., numerosas son las fuentes de sorpresa que se nos cruzan en el camino de la vida. Todas pueden constituir un precioso motivo para dar un nuevo sentido a mi vida y dejar de sorprenderme.
             Hay momentos en la vida en que nos ponemos a pensar que Dios se ha olvidado de nosotros, puesto que empiezan a salirnos las cosas mal y a sucedernos eventos negativos que hasta llegan a confundirnos y sorprendernos.
             Pero no debemos desanimarnos, ni echarle las culpas a nadie. Todo lo contrario, puede ser una gran oportunidad para avanzar y quizás mejorar nuestras vidas. No debemos perder la fe, ya que esa situación haga que aparezcan nuevas perspectivas ante nosotros, alcanzando el éxito que anteriormente se mostraba oculto. Generalmente decimos; “la vida siempre nos sorprende”. Pero lo que nos sorprende son situaciones concretas y relevantes que no esperábamos, o que se manifiestan de otra manera.
           Actitudes de personas de las cuales nunca esperábamos raros comportamientos desencadenando situaciones de verdaderas tensión y rechazo. Por eso es tan importante ir a nuestro interior y ver qué ha producido determinada respuesta, puesto que siempre hay algo en nosotros para vernos abocado a una sorpresa.
             Y me pregunto; ¿existirá una realidad verdadera?, puesto que si no fuera así, cómo llamaríamos a las creencias en que vive la humanidad en este aletargado sueño.
              A veces necesito escribir cosas sencillas y simples sin complicaciones, ni extensos  tratamiento, sólo para comprenderme a mí mismo y conseguir no sorprenderme de nada.  Camino en silencio, observando cómo el mundo se mueve dentro de una gran cinta de cinematografía. ¡Todo es ficticio! La publicidad, la televisión que emboba creando artificiales anhelos a los más débiles. Sólo con observar me doy cuenta que aún ¡Cuántas cosas me sorprenden!

 
Meditación: Al despertar tenemos dos opciones; volver a dormir y seguir soñando o despertar y alcanzar esos sueños.

martes, 4 de febrero de 2014

Lo que importa es la ilusión.

            Sencillamente la vida está llena de oportunidades disfrazada de obstáculos y lo más hermoso que tiene el ser humano es esa capacidad para soñar e imaginarse un mundo lleno de fantasías donde nos encantaría vivir.
            Cuántas veces oímos decir “he perdido toda la ilusión por la vida” Solo es carecer de un objetivo. No poseer ni un mínimo de pequeño apego. Olvidar toda referencia a los demás. Romper cualquier sentimiento afectivo con los más cercanos, etc. No es que haya en el mundo más personas malas que buenas, sino que las malas, hacen muchísimo más ruido. Por eso “hacerse ilusiones” lejos de indicar felicidad, nos da a entender,  que cualquiera puede engañarnos.
            Se dice que “de ilusión también se vive” se refiere casi siempre al iluso, algo así como a un niño pequeño esperando la noche de reyes. Pero si lo analizamos bien la ilusión, no es el contenido de la felicidad, pero sí el envoltorio.
            Deberíamos comenzar cada día como si fuese el primero del resto de nuestra vida, siempre con esperanza, alegría y sobre todo mucho amor para repartir, para sentir que nuestro corazón está contento y satisfecho porque cada vez que lo intentamos lo hacemos lo mejor posible. No nos permitamos que nadie nos robe esa alegría que llevamos dentro, puesto que tenemos la fortuna de poseer mucho amor, muchas ilusiones y muchos sueños.
            Cada día intentemos aprender algo nuevo, mirando siempre con alegría y que lo opaco no nos gane a la belleza que tenemos frente a nuestros ojos, recordando que cada vez que aprendemos algo nuevo nuestro mundo se amplía y avanzamos en la vida disfrutando de mayores satisfacciones. No hagamos nada que nos disminuya, pues pensemos que nos merecemos todos los sueños del mundo.
            En la vida se pasa muchas vicisitudes y muchas situaciones de dolor, de buenas y malas experiencias, ausencias de los que amamos y que hoy ya no están a nuestro lado. Muchas lágrimas que se derraman o que aún brotan, Humillaciones y sufrimientos que necesariamente tenemos que pasar por la vida, pero a pesar de todo lo “negro” que sea esa decisión que pueda cambiar tu entorno pensemos que podemos pintarlo con los colores de la ilusión.
           Decides ser feliz, te lo mereces, no dejes que nadie te robe tus sueños y tu ilusión. Sólo tú puedes escoger como será tu vida. Siempre te pueden ayudar, pero sólo tú eres dueño de dirigir tu propia vida.
           Piensas siempre que la felicidad está dentro de ti, y solo tú, tienes la capacidad de vivirla a través de la capacidad de tus propias ilusiones.

 Meditación: Cuando se teme a alguien, es porque a ese alguien le hemos concedido  poder sobre nosotros.