Hay un dicho muy sabio que dice:
“siempre ganaremos más amigos interesándonos en los demás, que si tratamos en
que los demás se interesen en nosotros”. Realmente es tan complejo hablar del
aprecio, que lo primero que se me viene a la mente son una series de reglas,
(por llamarlas de alguna manera), que son muy importantes para entender el
verdadero sentido del “aprecio”; en primer lugar es de vital importancia
agradecer a todos los que han invertido en tu vida: éstos pueden ser, tu
pareja, tus compañeros de trabajo, tus padres, tus hijos, tus amigos, etc. Y
por qué no decirlo, perdonar a los que nos han tratado injustamente, o nos han
hecho daño.
La
palabra apreciar tiene varios
significados, entre ellos: “sentir afecto o estima hacia alguien”, “reconocer
el mérito de alguien o de algo”. Todo esto sucede en nuestra vida psicológica:
aquello que apreciamos crece o aumenta de valor en nuestra vida; mientras que
lo que no apreciamos disminuye o se devalúa. Aunque parezca que no, todo ello
aparentemente sencillo y redundante, tiene un gran impacto en nuestra felicidad
y en nuestras relaciones con los demás.
Cuando
se invita a las personas a observar y apreciar lo que hacen bien, se genera
mucho entusiasmo o energía, y al mismo tiempo surgen nuevas ideas que se
empiezan a contemplar posibilidades que antes no te imaginabas. La perspectiva
del aprecio no se limita a lo laboral; es muy útil en el hogar y en la familia.
¿Cuántas veces dejamos de apreciar las cualidades y acciones de nuestra pareja
solamente porque ya estamos tan acostumbrados a ellas que ya no las vemos? Es
una pena, pero no tiene por qué ser así.
Siempre
existen momentos para poder demostrar el aprecio que tenemos hacia una persona
determinada, cómo preguntándonos: ¿Qué es lo que más admiro y valoro de esa
persona y cómo se lo puedo decir? Los cumpleaños, aniversarios o celebraciones
especiales son unos buenos momentos para comunicarles cuanto le apreciamos y le
queremos.
Cuando
hacemos preguntas basadas en el aprecio, no solo obtendremos información sino
que fortalecemos la relación con la persona que contesta y, probablemente,
contribuimos a que su identidad se vea fortalecida. Debemos recordar que, al
apreciar las cosas y a las personas, estas crecen y aumentan de valor. Si
ponemos atención en lo que apreciamos en nosotros mismos y en los demás, todos
ganaremos.
Meditación:
El secreto de la vida es apreciar el placer de estar terriblemente engañado.
bello!
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