lunes, 27 de febrero de 2012

La fuga

             Aunque parezca su nombre el título de una película o novela, de nuevo intercalo entre estos pequeños artículos algo de Teoría de la Música. Ya anteriormente cité algo sobre el “cánon” debido al famoso Cánon de Pachelbel y sobre el “motete”, citando a Tomás Luis de Victoria. Hoy al hablar de la “fuga”, enseguida nos vendrá a la memoria, la “Tocata y fuga, en Re menor” de Juan Sebastián Bach, de todos conocida en alguna audición, sobre todo en tiempos de Cuaresma.
            La Fuga se estudia en los Conservatorios una vez terminado los estudios de “Armonía” y su denominación correcta como asignatura es “Contrapunto y Fuga”.
Al empezar, siempre hago la misma pregunta ¿qué es una fuga? Ni que decir tiene que la Fuga es una manifestación técnica-musical, atribuida especialmente a Bach. Es una de las escrituras contrapuntística artísticamente más madura, su nombre se deriva (del latín, fuga = huida). Sería imposible intentar encajar todas las fugas hasta ahora escritas  bajo un solo patrón uniforme. Sin embargo, es posible dar un esquema general de sus características más importantes.
            El sujeto: la fuga se basa en un tema o “sujeto” melódico de carácter marcado, que se estable al principio de una composición musical y reaparece durante el curso de la obra en varios lugares y en distintas alturas de sonido.
            El contrasujeto: Después de la exposición del sujeto entra la respuesta, el sujeto no se calla, sino que continúa simultáneamente con la respuesta en contrapunto o línea melódica contraria a ella; a ello se le denomina “contrasujeto”.
            Voces: Generalmente, aunque no siempre las fugas se escriben a tres o cuatro voces. Esto quiere decir que hay tres o cuatro líneas melódicas simultáneas que producen un independencia considerable, pero formando al mismo tiempo unas progresiones armónicas satisfactorias.
          Episodio: Este es un fragmento contrapuntístico que sirve de puente contrastante y modulatorio entre las diferentes reapariciones del tema principal, (sujeto). Consiste en general, aunque no siempre, en temas o motivos derivados del sujeto o del contrasujeto. Es muy común el empleo de secuencias en los episodios.
            Estructura: Una vez citado estos elementos principales, no podemos dejar de hablar de los elementos más importantes de la textura de la fuga. Con respecto a su forma esencial, la fuga está integrada por tres secciones: exposición, sección media y sección final.
            La exposición es la primera parte de la fuga donde el tema se expone una o más veces en cada una de las partes (o voces) que intervienen en la fuga.
            La sección media sigue a la exposición del tema y en ella se introduce uno o más episodios de gran riqueza modulatoria: tonalidad relativa, de subdominante o dominante
            La sección final, generalmente empieza cuando el sujeto vuelve a la tonalidad inicial de la fuga y de aquí a la culminación de la fuga completa.                                        
            Es posible que todos me recuerden, el pedal o pedalier: este se usa comúnmente para tocar la línea de bajo de una pieza de música. Esto permite al organista tocar más voces cómodamente con las manos. El pedalier a la vista parece una versión grande y corta de un teclado manual, y su uso tiene el mismo patrón de notas. El entrenamiento en la técnica de tocar los pedales en un órgano de tubos forma parte de la pedagogía estándar del órgano, tanto en música eclesiástica como simplemente artística.


Meditación: La figura de Bach es central en la historia de la música, o dicho de otro modo, Bach es el epicentro de la música occidental

J.S.BACH Toccata e fuga in re min. BWV 565


Meditación: La figura de Bach es central en la historia de la música, o dicho de otro modo, Bach es el epicentro de la música occidental
Este vídeo pertenece a la colección particular gipe 12

sábado, 25 de febrero de 2012

La flor encontrada.

            Sí,  creo que sí; fue  por el mes de Diciembre cuando escribí un artículo, en el cual describía como en mis paseos matutinos por las Ronda de los Esteros, veía una pequeña flor. Era realmente bella, preciosa, aunque yo la denominé sencillamente ¡¡bonita!! Aunque no sé porqué, la califiqué con ese apelativo, para mí era así ¡¡bonita!! Es posible que alguien la considere de otra forma, aunque el hecho es que sus colores amarillos por la parte superior y casi negro en su formación inferior, me hacía ver en ella algo especial.
            Al mismo tiempo notaba ver algo más que una flor, incluso podía imaginar que de su delicada estructura pudiera desprenderse de su interior, algún cúmulo de atrayentes estímulos. Aparte de su delicada belleza, emanaba de ella una continua atracción. Quizás eso fuera lo que me hacía ver en ella, no solo su belleza, sino es posible unos profundos simbolismos que expresaba una sensibilidad que procedía de su propia naturaleza.
            Y ahora me pregunto: ¿realmente yo estaba allí? o, era producto de un sueño. Era Diciembre, y haría mucho frío, entonces dudo que pudiera pasear a esas horas tan matutinas por esos humedales. Si; -pudiera ser un sueño, puesto que el título era “Soñando al amanecer” y  a veces las cosas que se ven soñando, quedan clavadas en nuestro interior, siendo difícil apartarlas de la realidad.
            Al final comprendí que aquello realmente, fue un sueño y que jamás podría encontrarme con aquella ¡¡bonita flor!! Pero las circunstancias, hace que la vida gire de determinada forma, y por casuales circunstancias me encontré lejos de mi residencia y apelando a otro artículo también publicado por mí, allá por el mes de Noviembre, el cual se definía  así: ¿Tenemos un sexto sentido? comprendí como si en mi interior “alguien” me dijera, ¡aquí puedes que la encuentre! Entonces, confiando por ese presagio, y guiado  por un  destino incierto, caminé como conducido, con una inexplicable certeza de que por allí podría encontrarla.
            Cuál fue mi sorpresa al ver que al divisarla de lejos, dije; Sí; ¡esa era la flor que yo veía en mis sueños! Me turbé un poco, al comprobar que efectivamente pude encontrar   la flor con la  que soñaba en la Ronda.
            En esos momentos era tal emoción que me embargaba que no llegué a comprender que una sencilla flor nunca podría reconocerme, pero yo la veía tal como era, sencilla, pero ¡¡muy bonita!!
            Quise tocarla, pero pronto comprendí que,  ese tipo de flores tan delicadas es mejor no tocarlas, podría marchitarse y desistí de mi intención, pero al mismo tiempo pensé: ¿por qué no, una leve caricia? Así que me acerqué cuanto pude, y le acaricié su “pétalo” izquierdo con un leve roce.
            Para terminar, sólo decir, que hay sueños que pueden hacerse realidad y es cierto que a veces tenemos un sexto sentido.
            Hoy me complace sólo pensar que el esplendor de su éxito, en parte radica en  mi pequeña aportación y, esa pequeña flor, llevará siempre encima una caricia mía, aunque ella, por el hecho de ser “flor”, nunca la pudo apreciar.

Meditación: Siempre hay flores para el que desea verlas.

jueves, 23 de febrero de 2012

Vencer el pesimismo.

              Cuantas veces pronunciamos; “yo por naturaleza, soy pesimista”. Lo justificamos con la crisis, la negatividad del día a día, el mundo va de mal en peor, para terminar diciendo, es demasiado tarde para salvar al mundo. A diario somos bombardeados por comentarios que nos transmiten una visión catastrófica del mundo.    Hasta tal punto es así que muchas veces parece que ser pesimista es una cosa normal en nosotros.
            Todo es cuestión de actitud: “El optimista ve una oportunidad en toda calamidad, mientras que el pesimista ve una calamidad de toda las oportunidades” El verdadero optimista verá siempre el vaso medio lleno en vez de medio vacío. Como podremos observar, todo es cuestión de actitud.
            La capacidad de frustración es la clave, ello nos permitirá pensar y aprender de las situaciones negativas de la vida, superarlas y dirigirlas hacia otra dirección más gratificante.
            En los momentos de crisis, el optimista, supera el ánimo intentando seguir adelante, confiando en encontrar una solución a través de nuestras capacidades.
            De este modo, mientras el pesimista parece invitarnos a una situación de apagamiento, al pensar que hagamos lo que hagamos todo seguirá igual; el optimista nos anima a actuar para superar la adversidad.
            El optimista deberá conocer y buscar el modo de satisfacer sus necesidades, no permaneciendo pasivo  a espera que nos solucionen los problemas.
            Así, encarar  la vida con optimismo no significa que debamos obviar los problemas, sino al contrario; debemos ser capaces de afrontarlos y esforzarnos en solucionarlos, confiando en nuestras propias capacidades, pero siendo también conscientes de nuestras debilidades y de las dificultades a las que nos enfrentamos.- 

Meditación: El pesimista es aquella persona que, aunque le de la luz, él solo ve la sombra.

lunes, 20 de febrero de 2012

El concepto a la intimidad.

            ¿Es necesario tener una buena autoestima para dejarse amar? ¿Cómo afrontar los cambios que se producen en la pareja? El amor sólo puede durar si estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos (aún cuando sepamos que nadie puede garantizar que  nuestra relación vaya hacer para siempre).
            Se suele decir que el amor es eterno mientras dura, y así cabe plantearlo para que tenga sentido. Las bases de un vínculo fuerte y profundo se asientan en la estabilidad.
            Poco nos vamos a comprometer si tenemos la sensación de que no podemos contar del todo con nuestra pareja y, planteándose así la relación según lo que dure.
            Eso no significa que cuando una relación se muestra insostenible, se aguanta por el principio de eternidad. También hay quien se engaña creyendo que el enamoramiento va a durar para siempre como el primer día. El amor se muestra duradero cuando hay reciprocidad desde la libertad, respeto y cuidando el uno del otro.
            La intimidad es uno de los puntos esenciales de las relaciones, aún más las de pareja. Normalmente no nos abrimos con todo el mundo, ni compartimos abiertamente nuestros sentimientos, miedos, angustias y propósitos.
            Cuando eso no ocurre dentro de la relación es como si cada uno viviera por su cuenta y el otro fuera mera compañía. Lo que distingue a la relación no es sólo la expresión afectiva y la sexualidad.  El nivel de intimidad que se genera, es el que realmente crea un vínculo profundo.
            También cabe apreciar los silencios y la comunicación verbal. Es realmente importante respetar los espacios y tiempos para que la comunicación sea más fluida.

Meditación: Los momentos de intimidad compartida no sólo nos dan felicidad, también pueden sostener una relación cuando los tiempos se vuelven difíciles

viernes, 17 de febrero de 2012

El cariño

             Dar y recibir amor es una capacidad de índole superior para que el hombre esté ampliamente dotado, y a la vez constituye para él una necesidad, ya que una existencia sin amor supone un vacío en una parcela importante de nuestra vida.
            A lo largo de la vida vamos estableciendo numerosas relaciones interpersonales en la que vamos volcando más o menos afecto en razón a la afinidad que sentimos por esas  personas, de la intensidad y frecuencia de la relación  y de la  reciprocidad afectiva que advertimos en ellas. De forma más o menos inconsciente, damos cariño esperando que éste obtenga una cierta resonancia en la persona querida, e tal modo que esta persona también nos de cariño a nosotros, lo que supone un reconocimiento, una reciprocidad y el establecimiento de un vínculo afectivo, como la amistad, más o menos adquirida.
            Muchas veces se da afecto sin esperar nada a cambio, sin solo esperar una respuesta, pero difícilmente perduran demasiado estas relaciones, ya que la falta de resonancia afectiva hace que al no existir un estímulo psicológico que refuerce nuestra conducta, ésta vaya perdiendo paulatinamente fuerza hasta desaparecer, volcándose de nuevo en otra persona de las que en determinados casos se es correspondida momentáneamente con una compensación de afectividad.  
            Además el cariño llena de sentido nuestra vida y contribuye, a veces de forma decisiva, a nuestro equilibrio psicológico. Por otro lado, el sentirnos queridos por los demás, especialmente, nos proporciona seguridad en nosotros mismos, nos sirve para reforzar algunos aspectos de nuestra personalidad, aumentando indirectamente la autoestima, ayudándonos a afrontar una series de dificultades que pueden ir surgiendo a lo largo de nuestra vida.
            Por tanto el cariño tiene un papel decisivo en la vida y en la salud psíquica de cada persona, pero desgraciadamente se produce una exagerada necesidad de estimación como el desprecio por los sentimientos que hacia nosotros expresan los demás, así como la propia falta de resonancia afectiva, Todo esto puede ser la causa o la expresión de un trastorno psicopatológico.
            Eso justifica que en los casos de depresión de estas personas se sientan como incapaces de querer a los seres que siempre habían querido sin que encuentren causas que lo justifiquen.

Meditación: La amistad es un regalo, cuídala con cariño.

Spring Song - Mendelssohn, Op. 62



 A través de todos los temas musicales que traten de la primavera potenciamos la curiosidad y el interés natural de todos los seres humanos hacia la naturaleza, los iniciamos a una observación del medio que nos rodea para que a través de ellos construyamos sus conocimientos, y nos sirvan de experiencia para desarrollar el pensamiento creativo, las capacidades expresivas y las habilidades sociales. 

Meditación: Donde hay música no puede haber cosa mala.


miércoles, 15 de febrero de 2012

La mujer fumadora

            El tabaco es para la inmensa mayoría de los españoles, una imagen representativa del país. Pero también es la sustancia que grandes problemas personales, sanitarios y sociales nos provoca.
            Más allá del placer de fumar, sentimos que es uno de los conceptos que nos hace disfrutar verdaderamente de la vida. Pero, ¿realmente es necesario fumar para relacionarse? Los expertos recomiendan periodos de descanso sin llevarnos un cigarrillo a la boca con el fin de distanciar nuestro estado de ansiedad hacia el tabaco.
            Al principio se es un fumador social. Después, cualquier excusa es buena para encender un cigarrillo. El tabaquismo al cabo de algún tiempo, comienza a afectar a la salud de distintas formas; vómitos por las mañanas, temblores, estado de irritabilidad, etc. y lo más preocupante en estos casos es, que cuando nos fumamos un cigarrillo, estos síntomas desaparecen. Aunque desgraciadamente así es, no queremos reconocer que nuestro organismo está sometido diariamente a una determinada ingesta cantidad de nicotina. A veces necesitamos tocar fondo por medio de alguna enfermedad para salir a flote de dicho hábito.
            Las mujeres fuman porque han aprendido que fumar, forma parte de la diversión y de la noche a través de sus amistades, puesto que la mayoría suelen estar “enganchadas” al tabaco debido a su soledad. En estos casos cuando se carece de ese amigo que continuamente te está diciendo, “deja el tabaco”, en cuando no se tiene en cuenta el aprecio que nos tiene, ayudándonos con su insistencia a dejar  ese hábito, ya que tarde o temprano,  te dañará gravemente a tu salud.
            Piensas siempre que si un amigo insiste muy reiteradamente en ese consejo, es sencillamente porque nunca podrás comprender lo mucho que esa persona te aprecia


Meditación: Cada vez que enciendes un cigarro, algo se va apagando en tu interior.

lunes, 13 de febrero de 2012

El motete

            Es indudable que casi todos los que nos gusta la música clásica, hemos escuchado algún  Motete. Era muy frecuente en épocas musicales como en el “Renacimiento” y músicos como: Jhon Dunstable, Willian Byrd, Francisco Guerrero, Cristóbal de Morales o Tamás Luis de Victoria, etc. En el “Barroco” a Tomaso Albinoni, Arcángelo Corelli, Benedetto Marcelo, Johann Pachelbel, etc., e incluso en el “Clasicismo” a Johann Sebastian Bach, Joseph Haydn, Mozart, etc, etc.
            En esas épocas toda la música que se escribía, era para la “Iglesia” o para “Palacio”. El pueblo llano y sencillo pocas posibilidades tenía de deleitarse oyendo tan bellas composiciones.
            Como decía al principio, actualmente muchos hayamos asistido a algún concierto o alguna audición de algunas de las épocas de las  anteriormente citadas. Pero quizás no hayamos tenido la ocasión de averiguar ¿qué es un motete?
            Dentro del apartado de “Polifonía Clásica” la cual es asignatura obligada en los Conservatorios de Música, encontramos dentro del concepto de “Formas Musicales”,  el estudio de lo que se denomina “El Motete”. Aunque realmente no se puede hablar de diversos géneros de formas musicales polifónicas, puesto que el sentido de cada pieza litúrgica, tiene su peculiar forma de ser al ser construida, como la tienen la fuga, la sonata, el minué, etc.
            Todo es debido a que en el siglo XVI la composición musical obedece  a un principio formal único, aplicado por igual a todas las piezas; misas, himnos, motetes, salmos, etc.
La aplicación de esta palabra obedece a una forma musical que se verifica de este modo: Al contra canto de una pieza preexistente le fue acomodado silábicamente un texto distinto del primitivo; cuando más tarde las voces aumentan a tres “duplum” o voz inmediata el tenor que continua llamándose “motet”, pasado este término con el uso del tiempo,  pasa a significar el conjunto íntegro de la pieza.
            El origen del motete es sagrado, nace dentro del más puro ambiente litúrgico, si bien en épocas posteriores, se desvía de esta línea y acoge en su pentagrama letras que distan mucho del templo.
            La evolución del motete es una de las más interesantes de la historia del arte musical; sus aspectos pueden ser reducidos a estos tres conceptos: número de voces, texto y ritmo. El número de voces aumenta progresivamente de dos a tres, recibiendo la última el nombre de “triplum”. Las dos voces superiores cantan en un principio el mismo texto, en contraposición al “cantus firmus”, que conserva su independencia rítmica y literaria. Y el ritmo puede ser cantado o recitativo, según los temas litúrgicos del motete propiamente dicho, siendo muy variados según sean: antífonas, aleluyas, secuencias, tropos, responsorios, etc.
            En resumen: a fines del siglo XIII el motete reviste estas características: consta de tres voces al mínimum cada una con texto y ritmo propios: la lengua original es reemplazada por el latín, la voz del tenor no suele ser buscada en el repertorio litúrgico, sino en la canción popular, factores estos que conducen el motete a una floración sin precedente en la historia de Las Formas Musicales.

Meditación: El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla.

Tomás Luis de Victoria - Motet, Vidi epeciosam


Meditación: Si en la otra vida no hubiera música, habría que importarla.

sábado, 11 de febrero de 2012

El amor...¿tiene caducidad?

           No podemos evitar que nuestras historias amorosas, de alguna manera, tengan peso cuando iniciamos una nueva relación, aunque luego podamos hacer el esfuerzo de desprendernos de ellas. El haber tenido antes experiencias negativas nos puede llevar a estar cerrados a otras nuevas relaciones. Pero también es verdad que, estar en una nueva relación, y si las “cosas” no están yendo bien, en general, es cuando estamos predispuestos a una situación incómoda con esa otra persona.
            Uno de los grandes motores de la vida es el amor. Lo que comúnmente hace la gente es acercarse con cautela. La mayoría comprende que es una cosa muy importante en nuestra vida y que, a la vez, es algo delicado. Solemos vivir situaciones y periodos en nuestra vida en la cual decimos: ¡Qué bien estoy sin hombre! o ¡Qué bien estoy sin mujer!, pero a la larga es una cuestión irremediable que nos sucede, y casi siempre volvemos a abrirnos, aunque poquito a poco, puesto que tampoco debemos lanzarnos a la “piscina” sin saber si hay agua.
            Los sentimientos amorosos, van variando a lo largo del tiempo porque las personas que forman la pareja también van evolucionando y eso quiere decir que podemos enamorarnos de nuevas facetas que progresivamente se van descubriendo en  esa otra persona. Por ejemplo, puede ser que primeramente se esté muy enamorado, pero más adelante, esto se puede finalizar en una nueva  relación de cariño, de intimidad, o simplemente de amistad, para más tarde llegar a un factor de compromiso.
            Se puede estar más o menos enamorado de una persona, pero sin realimentar el amor o sencillamente actuando con respeto y cariño conforme la relación avanza en sentido positivo. O sencillamente por cumplir con una necesidad de “carencia sexual”.        Sé que esto suena un poco frío hoy en día, ya que existe tanto materialismo, pero creo que sería bueno contemplar dicha situación para que las nuevas relaciones de parejas que puedan surgir actualmente se consoliden con el tiempo, y nos hagan olvidar aquellos posibles errores  que en su tiempo pudimos cometer.


Meditación: Qué  triste es saber que la persona que un día llegaste a apreciar, no sea la que un día creíste que era.

Adoro - Enrique Chia



Meditación: No es necesario decir todo lo que se piensa, lo que si es necesario es pensar todo lo que no se dice.

Mi más profundo agradecimiento a Elsamartinelli1

jueves, 9 de febrero de 2012

La causa del malestar

            Siempre es más difícil descubrir las causas de los problemas internos como ansiedad, depresión, melancolía, miedo… que la de los externos, como malas relaciones, conducta errónea, hábitos pocos saludables, estado físico. Siendo casi siempre, éste último, la fuente y la causa de los primeros.
            Verás, sencillamente trataré de explicarme a mi manera. Alcanzar la felicidad es obvio que no es un problema de saber, sino de ser. Y ser significa, por encima de todo ser consciente de uno mismo y de tu entorno.
            En cualquier caso, el ser humano tiende a la vida (disfrutar), a la actividad y al compromiso por la naturaleza, ya que ello obliga a mecanismos innatos. Por eso me cuesta creer en reglas espirituales y en recetas de Nueva Era.
            Para aprender indudablemente hay que vivir, pero al mismo tiempo, que vivimos y gozamos, nos lleva a veces a decaer físicamente, ¿Qué cierto es, que no hay nada gratuito? ¿Has pensado cuanta vida se nos escapa padeciendo por cosas que no merecen la pena? ¿Cuántas energías desperdiciamos lamentándonos? Debemos encontrar la alegría dentro de nosotros mismos si no queremos que la apatía, la tristeza y, en último término, la depresión, nuestro físico, se apoderan de nuestro estado de ánimo.
            En algunos casos es costumbre, ese hábito arraigado, hace que no salgamos de ese estado de profundo malestar o de esa visión negativa de la vida.
            Quizás es que nos hemos adaptado a ese supuesto sufrimiento y parece encontrarnos felices así. O puede que nos reporte las ventajas que los demás nos vean sufriendo, dedicándonos atenciones, mimos, cuidados, por pena o lástima.
            El sufrimiento inútil es el que no tiene justificación, el que no ayuda a la superación de las dificultades en los momentos difíciles. Únicamente contribuye a hundirnos cada vez en ese lamentable estado en que a veces nos encontramos, cuando pensamos que nada tiene solución.
            El verdadero problema es que podemos terminar asfixiando y machacando a quienes tratan de ayudarnos.-

Meditación. Todos los malestares que padecemos proceden del TCA, (trastornos de la cultura actual) en que vivimos.

martes, 7 de febrero de 2012

Potenciar el buen humor

            Debemos aprender a interpretar la vida con sentido del humor, porque la tristeza, la preocupación y la seriedad mal entendida son la antesala de las enfermedades físicas y mentales. Mucha gente cree que el sentido del humor es una cualidad con la que se nace, pero no es así. Los seres humanos tendemos de manera natural hacia la alegría; el problema es que la mayoría de las veces la buscamos fuera, cuando en realidad está en nuestro interior. Solo tenemos que exteriorizarla para sacarle partido.
            El gran secreto consiste en cambiar el contexto. En lugar de ver las adversidades en una situación seria o triste, debemos actuar como los cómicos, mirarlas desde una óptica positiva, con lo cual encontraríamos nuevas posibilidades de solución.
             El sentido del humor ayuda a no quedarse bloqueado en la negatividad de una determinada circunstancia, permitiéndonos un cambio de tono independientemente de la actual situación.
            Está demostrado que practicar el buen sentido del humor, incrementa la autoestima, ayuda a la depresión, alivia el insomnio y a veces mejora las dolencias físicas. También indirectamente, ayuda a resolver los problemas cotidianos, combate los miedos y fobias conduciéndonos  a expresar nuevas emociones.
            Además fortalece los lazos afectivos, descarga tensiones, y potencia la creatividad de la imaginación. Es una forma natural y sin complicaciones, demostrando al mismo tiempo, que una persona puede cambiar y mejorar con técnicas alegres, sencillas en vez de con otras complicadas, duras o trabajosas.
            En resumen, para terminar debemos tener en cuenta, 1º Que el sentido del humor no es algo innato, sino una capacidad que puede desarrollarse si uno quiere. 2º La risa es un bálsamo capaz de ayudarnos a afrontar las pérdidas y a elaborar los duelos con más suavidad. 3º Practicar la risoterapia a diario incrementa la autoestima, ahuyenta la depresión y alivia el insomnio y 4º Repetirse afirmaciones de humor o reírse con los amigos nos hace que la vida se nos haga más feliz.


Meditación: A ninguna mente bien organizada le falta sentido del humor.

domingo, 5 de febrero de 2012

¿Amas a tu pareja?

           Estar en pareja requiere no sólo amar al otro, sino también cuidar el tándem que formamos juntos. Por ello es útil preguntarnos: ¿Qué papel ocupa la relación en mi vida? o ¿Amo estar en pareja o amo a mi pareja?
            A esto nos lleva a dos preguntas fundamentales: “¿Qué prefiere Ud.: a su compañero o compañera, o su relación de pareja!?, ¿Qué lugar ocupa en su vida la  relación que tiene con su compañero o compañera?”   Esto nos remite especialmente al hecho de que la pareja tiene también una dimensión social, y al crear un vínculo amoroso no significa tan sólo amar a otro, sino también aceptar las formar de nuestro estado social.
            Por eso es útil preguntarnos qué es lo que realmente amamos: el confort y la seguridad que nos proporciona o el hecho de asegurarnos una relación sexual.
            En realidad, existe normalmente un equilibrio; nos gusta ambas cosas, las ventajas de estar en pareja y la persona con la que habitualmente nos satisface compartirla.
            En otras ocasiones, sin embargo, puede existir un desequilibrio que puede ser aceptado y conveniente para las dos personas. Sería el caso de aquellas parejas que deciden preservar al máximo la autonomía de cada uno, en el caso contrario, de aquellas a las que les interesa sobre todo la idea de una pareja como estructura de apoyo para formar una familia.
            Por el contrario, si amamos a la persona en sí, pero no apreciamos el vínculo que hemos creado junto a ella, la  pareja puede convertirse en un conjunto virtual, gracias a la ausencia de marcadores tales como la solidaridad o la capacidad de formar un proyecto de familia.
            Por ello es bueno cuestionarnos si estamos invirtiendo o no lo suficiente el tiempo y dedicarnos a esa intimidad de pareja hecha de aficiones compartidas, deseos sexuales, confidencias… que construyen una relación a dos.


Meditación: Siempre en el amor hay un poco de locura pero en la locura hay un poco de razón

Alfred Newman (1901-1970)



La composición de este vídeo, pertenece a la colección particular, como gran conocedora del Séptimo Arte a la psicóloga madrileña MontseAntares, en su Canal de You Tube.

viernes, 3 de febrero de 2012

Cambiar de mentalidad


            Debemos considerar que nuestra mente trabaja como una cámara de cine. Si está programada para anteponer lo malo o verlo todo desde abajo, sufrirás más de la cuenta. A todo esto deberíamos considerarlos como "moldes mentales". Aunque para ello  deberíamos analizarnos para ver si necesitamos modificarlos o preservarlos para con ellos sentirnos bien.
            ¿A qué llamamos moldes mentales?. En definitiva es un modo de enfocar la realidad que tendemos a repetir una y otra vez.            Hay personas que se despiertan y tienen tendencias a anticipar los problemas, peligros, cuando en verdad es que no le ocurre nada  Pero es su hábito mental, su "molde", su estrategia, la que le hace actuar así.
            A veces enfocamos en primer plano lo negativo y olvidamos el entorno. Otras, tomamos un plano desde un punto de vista a veces desenfocado, que nos hace ver las cosas envilecidas y pobres. Otras, miramos desde abajo, lo que nos conlleva al desencanto y la decepción. En definitiva el "molde" se va construyendo desde que nacemos, y se va forjando a través del tiempo.
            Si queremos modificar nuestra conducta y nuestro mundo emocional, tenemos que detectar cuales son nuestros "moldes". Si no los cambiamos ni los modificamos de forma, los problemas persistirán siempre en nuestro interior.
            La realidad para el logro de éstos "moldes" es una motivación para la estabilidad personal. Lo malo es cuando algo que tenemos que lograr como sea y de la forma que sea nos obsesionamos tanto que llegamos a la posibilidad de la intolerancia y el fanatismo.
            Hay personas que no aceptan el desamor, la pérdida de un ser querido, etc. Es realmente doloroso obsesionarse contra estas terribles situaciones, lo que conlleva a un desgarro personal y a una inadaptación a una vida con connotaciones de serenidad.


Meditación: Las personas cambian y generalmente se olvidan de comunicar dicho cambio a los demás

miércoles, 1 de febrero de 2012

La naturaleza

             Dependemos de la naturaleza no solo para nuestra supervivencia física. También necesitamos a la naturaleza para que nos enseñe el camino a casa, el camino de salida de la prisión de nuestra mente.
            Nos hemos perdido en el hacer, en el pensar, en el recordar, en el anticipar: estamos perdidos en un complejo laberinto, en un mundo de problemas.
            Hemos olvidado lo que las rocas, las plantas y los animales ya saben. Nos hemos olvidado de ser: de ser nosotros mismos, de estar en silencio, de estar donde está la vida.
            Llevar tu atención a una piedra, a un árbol o a un animal no significa pensar en ello, sino simplemente percibirlos, dándote cuenta de ellos.
            Entonces se te transmite algo de su esencia. Sientes lo profundamente que descansa en el ser, completamente unificado con lo que es y dónde estás.
            Al darte cuenta de ello, tú también entras en un lugar de reposo dentro de ti mismo. Cuando camines o descanse en la naturaleza, honra ese reino permaneciendo allí plenamente.
            SERENATE, MIRA Y ESCUCHA.  Observa como plantas y animales son completamente ellos mismos. A diferencia de los humanos observa que no están divididos en dos. No viven a través de imágenes mentales de sí mismo, y por eso no tienen que preocuparse de protegerse ni potenciar sus imágenes.
            Todas las cosas naturales, además de estar unificadas consigo mismas, están unificadas en su totalidad. Tú no creaste tu cuerpo, ni tampoco eres capaz de controlar tus funciones corporales. En tu cuerpo opera una inteligencia mayor que la mente humana. Es la misma inteligencia que lo sustenta todo en la naturaleza. Para acercarte al máximo a esa inteligencia, sé consciente de tu propio estado interno, o sea de esa presencia que anima tu organismo.

            Cuando se percibes la naturaleza solo a través de la mente del pensamiento, no podemos sentir su plenitud de vida, solo vemos la forma y no somos conscientes de la vida que la anima del misterio sagrado.
            El pensamiento reduce la naturaleza a un bien de consumo, a un medio de conseguir beneficios, conocimientos o algún que otro propósito práctico.
¡Observa cuando veas a un animal, a una flor, a un árbol y mira como descansan en el ser!
            En el momento en que mires más allá de esos sentimientos mentales, sentirás la dimensión inefable de la naturaleza, que no puede ser comprendida por el pensamiento.
            Es una armonía, una sacralidad que, además de compenetrar la totalidad de la naturaleza, la sentirás dentro de ti. El aire que respiras es natural, como el propio proceso de respirar. Dirige la atención a tu respiración y te darás cuenta de que no eres tú quién respira.
            En definitiva necesitamos que la naturaleza nos enseñe y nos ayude a compenetrar con nuestro ser. Nunca podemos estar aislado de la naturaleza, todos somos parte de la vida que se manifiesta en las incontables formas de todo el Universo.

Meditación: Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras que el género humano no escucha.